"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

sábado, 3 de mayo de 2014

PRUDENCIA CON LAS INTERACCIONES GEN AMBIENTE (GxE)

"La interacción entre factores genéticos y ambientales se refiere a que un grupo de genes (todavía no sabemos cuáles) inter-actúan (no sabemos cómo) con factores de daño perinatal (que solo aparecen en una minoría de los pacientes) para provocar todo el problema".    ¿Tratar la mente o tratar el cerebro? (2016), Julio Sanjuán

Tras varias décadas en punto muerto, desde el año 2000 la genética volvía a retomar el pulso principal en la carrera para establecer las rutas etiológicas que conducen a los trastornos mentales, y todo ello gracias a los estudios de interacción gen-ambiente. 
La interacción gen-ambiente (gene-by-environment interaction (G×E) se produce cuando el efecto del genotipo de una persona depende del ambiente. La investigación GxE ha sido un tema fundamental desde el año 2000, y especialmente en psiquiatría. Se han publicado más de 100 hallazgos, muchos de ellos en revistas de máximo impacto como Science o JAMA.
Todo ello alimentó el horroroso modelo bio-psico-social, porque, al fin y al cabo, ¿qué no es biopsicosocial?, ¿ que cosa en el mundo no depende de la biología y los aspectos sociales, o se trata con ...?.  De esta manera, los estudios GxE ofrecían explicaciones convincentes acerca de porqué algunas personas desarrollaban depresión en respuesta a estresores vitales mientras otras no (Caspi 2010), o porqué el cannabis aumenta el riesgo de psicosis en unas personas pero no en otras (Caspi 2005). De manera congruente con esta expectativas, los estudios de gemelos demostraron que al menos algunas respuestas al ambiente eran heredables (Kendler 2006). 
Por lo tanto, muchos de los estudios en psiquiatría de la pasada década se centraron en determinar las variantes genéticas y los factores de riesgo ambientales que subyacen a GxE. 
Sin embargo, el entusiasmo se ha ido sustituyendo por un creciente escepticismo. Los nuevos estudios no replican los hallazgos, existe un sesgo de publicación en contra de los estudios que no encuentran relación, y un alto grado de falsos positivos. Algunos autores afirman que prácticamente todos los hallazgos se tratan de errores tipo I (Duncan 2011). Uno de los errores más repetidos es la falta de control para factores de confusión como etnicidad, género, edad, inteligencia, etc (Keller 2013).

CONCLUSIÓN
En esta era de enormes bases de datos y pequeños efectos, la prudencia acerca de los hallazgos "revolucionarios" es fundamental. Sería recomendable que los editores de revistas prestaran más atención a estudios de replicación directa con una buena potencia estadística que a hallazgos GxE o replicaciones indirectas.

Keller, Biol Psychiatry, 2014;75:18–24