"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

jueves, 19 de diciembre de 2019

¿ES NECESARIA UNA NUEVA PSICOPATOLOGÍA?


"Sólo puedes descubrir lo que las herramientas conceptuales que tienes te permiten reconocer" 
"La observación comienza cuando uno es consciente de la deficiente precisión de su mirada"
Hace casi un siglo Phillipe Chaslin se preguntaba si la psiquiatría poseía un lenguaje bien hecho para los requisitos de una disciplina científica. Para Chaslin estaba claro que entonces no lo era. ¿Es distinta la situación actual?

Si aceptamos como objeto de la psiquiatría, en su vertiente científica, el estudio de las enfermedades mentales (sean estas lo que sean) la psicopatología habría de ser el lenguaje descriptivo utilizado para aprehender los eventos psicopartológicos, es decir los aspectos de la conducta que son la expresión de una disfunción psicológica y/o orgánica. 

Como todo lenguaje, la psicopatología posee unas reglas de aplicación y es, al mismo tiempo, un producto histórico que está sujeto a cambios. Un hecho al que parece no darse la suficiente importancia es que la psicopatología actual es un producto intelectual que surge de mediados del sXIX y que ha cambiado muy poco desde entonces. La psicopatología intentó responder a las necesidades científicas de la época, necesidades muy distintas a las actuales. Integró concepciones de la mente basadas en psicología de las facultades y en la tripartición kantiana en cognición, afectos y voluntad y en la psicología asociacionista de la época, y esta amalgama ha influido en los conceptos de los distintos trastornos mentales. Sin embargo, la visión actual de lo mental y la resolución de las técnicas de investigación han cambiado substancialmente, por lo que si la psicopatología debe ser una suerte de interface dinámica entre el observador y el evento psicopatológico para facilitar su estudio, deberá adaptarse a los conceptos teóricos más elaborados actuales y al mayor poder de resolución de las técnicas e instrumentos.

En la actualidad existen 3 posturas básicas frente al lenguaje de la psiquiatría actual:

(1) La psicopatología está bien como está 
  • A pesar de ser un lenguaje antiguo, el que se haya mantenido hasta nuestros días indica que sirve para capturar elementos esenciales e invariables de la patología mental. Hay dos versiones de esta postura
  • Esencialista: esos síntomas (alucinaciones, delirios, obsesiones) son tipos naturales (natural kinds), elementos en los que se divide la naturaleza que estudiamos y, por tanto, sucesos identificables a los que denominamos con la terminología psicopatológica, la cual tampoco es tan importante
  • Nominalista; las alucinaciones, los delirios no existen como tales sino que los síntomas mentales son descripciones teóricas por las que aprehendemos los fenómenos, si bien las descripciones son eficaces y no hay que cambiarlas como no hay que cambiar las de otras especialidades médicas; lo único que hay que hacer es correlacionar esas descripciones con marcadores biológicos sólidos y solucionaremos los problemas

(2) La psicopatológía no está bien como está, porque incluye en su lenguaje expresiones cargadas de subjetividad
  • Aunque en las últimas décadas se ha ido despojando de algunas descripciones fenomenológicas clásicas, aún incluye en su lenguaje numerosas expresiones cargadas de subjetividad que deberían desaparecer para lograr un verdadero lenguaje científico. Dos versiones:
  • Funcionalista: las unidades de análisis deberán ser descripciones funcionales o computacionales de la psicología cognitiva o neuropsicología y no quejas sintomáticas subjetivas
  • Eliminativista: las unidades de análisis deberán ser descripciones neuropsicológicas y neurofisiológicas adecuadas para las técnicas neurocientíficas y de neuroimagen cerebral, constituyendo una verdadera latenomenología (de latente, véase Andreasen) más adecuada para la investigación que las descripciones sintomáticas tradicionales o manifiestas


    (3) La psicopatológía no está bien como está, porque se ha despojado de los elementos más subjetivos del paciente
    • Desde la segunda mitad del sXX la psicopatología se ha ido despojando de los elementos más subjetivos del paciente en aras de un mayor control experimental y una mayor objetividad. Tres versiones:
    • Fenomenológica: hay que volver a la psiquiatría fenomenológica de la primera mitad del s XX recuperar a Husserl, Heideggerr, las vivencias, las experiencias totalizadoras, ...
    • Psicoanalítica: se debe utilizar un lenguaje de estructuras mentales con significantes, forclusiones, mecanismos de defensa, ...
    • Descriptiva propiamente dicha: se debe recalibrar las descripciones que hemos heredado y ver cuales son todavía útiles, cuáles necesitan ser actualizadas y qué fenómenos necesitan nuevas descripciones que faciliten su estudio empírico y la actividad clínica


      Modelo Cambridge de la construcción de un síntoma mental




      LA PSICOPATOLOÓGIA COMO MEDIO DE CAPTURA DE INFORMACIÓN


      Cualquiera de las opciones arriba descritas elegidas posee implicaciones en investigación pero también en asistencia. Si entendemos la psicopatología como un lenguaje que captura información generada por las disfunciones mentales (psicológicas y/o orgánicas del paciente), el diseño de este sistema y las unidades de análisis que se contemplan influirán en el grado en que la información quede recogida. Si este lenguaje quiere ponerse en relación con otro sistema de captura de información distinto (p.e., la neuroimagen)), necesitará acoplarse, al menos parcialmente a éste si quiere que las correlaciones estadísticas tengan alguna validez. 

      Por todo ello, debemos recordar que el lenguaje de la psicopatología actual surgió para satisfacer las necesidades de la observación visual de la conducta y de la microscopía óptica ya que el examen anatomopatológico del cerebro era el paradigma experimental de la época.



      LA NUEVA PSICOPATOLOGÍA DESCRIPTIVA

      Si se acepta la necesidad del cambio del lenguaje de la psicopatología, la cuestión se plantea acerca de la dirección del mismo.

      Se puede diseñar una psicopatología a imagen de las neurociencias que no de problemas en cuanto a fiabilidad y adecuación pero que tampoco nos dé demasiadas alegrías ya que despoja al lenguaje psicopatológico de su razón de ser: la descripción de la afectación en la subjetividad, cognición, vida relacional y adecuación al medio de las distintas alteraciones mentales.

      También se puede construir una psicopatología con un lenguaje apropiado para aprehender estas vivencias muchas veces inefables pero que dificilmente puede servirnos para la investigación empírica debido al elevado nivel de complejidad que maneja.

      Tal vez la mejor opción es la intermedia, una nueva psicopatolog´ria propiamente descriptiva que implicaría:
      • Revisar el constructo teórico de la psicopatología tradicional
      • Analizar las unidades de síntomas, i.e., signos y síntomas, y determinar cuáles son aún válidas o necesitan ser modificadas
      • qué modelo descriptivo de cada síntoma es el más adecuado para la investigación y cuál es el nivel de complejidad que podemos manejar sin hacer inviable la investigación 
      Esto no significa que no se puedan utilizar descripciones de la psicopatología fenomenológica o psicoanalítica, Se pueden utilizar si presentan un a mayor capacidad heurística que otras descripciones sin que para ello haya que asumir todo el marco conceptual del que provienen. 

      Tampoco excluye la utilización de unidades sintomáticas simples y de fácil objetivación, pero se debe integrar los aspectos subjetivos par no obviar aspectos aspectos posiblemente fundamentales.



      lunes, 9 de diciembre de 2019

      HOMOSEXUALIDAD Y PEDERASTIA COMO ENFERMEDADES (2ª PARTE)






      La pederastia ha seguido un camino muy diferente al de la homosexualidad. Considerada todavía hoy como un trastorno mental y sexual por la OMS y el DSM, sigue siendo tema de numerosas investigaciones neurobiológicas que defienden que se trata de un trastorno neurológico (Cantor 2016)




      En 1970s aparecen grupos que defienden a las personas atraídas por menores en numerosos países. Estos activistas defienden una mayor legitimidad de sus inclinaciones, la desclasificación de la pedofilia como un trastorno mental, los derechos sexuales de los menores, y la descriminalización de las relaciones sexuales  (consensuadas) inter-generacionales.

      En Francia, varias peticiones públicas a finales de 1970s solicitaron la abolición de las leyes sobre la edad de consentimiento. En concreto, en 1977 una petición solicitando la despenalización de toda relación consentida entre menores y adultos fue firmada por intelectuales ilustres como Jean-Paul SartreSimone de BeavoirMichel FoucaultJacques DerridaRoland Barthes, y la `psicoanalista infantil más célebre de Francia, Françoise Dolto (The Guardian 2001Alerta Digital 2012).

      El activismo pedófilo ha sido especialmnente relevante en Holanda, donde la respetable Organización para la Reforma Sexual en Holanda (NVSH) apoyó la publicación en 1972 de Sex met kinderen (Sexo con Niños) que recogía las investigaciones internacionales sobre las "relaciones sexuales inter-generacionales" , y que fue ampliamente utilizado por los activistas de toda Europa Occidental. En 1979 se entregaba al Parlamento holandés una petición para la legalización del sexo consensuado entre me
      nores y adultos, apoyada por el NVSH, organizaciones feministas, y el COC Holanda, la organización más antigua en apoyo de los derechos de los gays (formada en 1946). Por la misma época, la Fundación Protestante para la Educación Sexual (PSVG) distribuía decenas de miles de copias de un librito informativo a las escuelas primarias holandesas con el título Paedophilia (!979-81).

      Grupos como Paedophile Information Exchange (PIE) en Reino Unido (creado en 1974); North American Man Boy Love Association (NAMBLA) en EEUU (creado en 1978); la Danish Paedophile ASSociation (DPA) (formada en 1985); y la Internacional Paedophile and Child Emancipation (IPCE) (fundada en 1990s), se basan en teorías freudianas e invesitigaciones sexológicas (p.e., Informe Kingsey) para exponer que los niños son individuos sexuales, y en los modelos de la Grecia clásica para defender los "beneficios educativos" de tales relaciones.



      Manifestación de la North American Man Boy 
      Love Association (NAMBLA) en EEUU 

      De todo ello se concluye que los grupos en defensa de la pedofilia se mueven en en un contexto en el que las ideas culturales sobre la sexualidad de los menores se han ido redefiniendo , y en la que la edad de madurez sexual ha disminuido de manera significativa, probablemente en relación a una mejor nutrición y salud. Por ejemplo, en los 1960s y 1970s, las chicas alcanzaban la pubertad con una media alrededor de los 13 años en Occidente, comparado con los 16-17 del siglo anterior; y los chicos alcanzaban su madurez sexual alrededor de los 17 años, comparado con los 23 a mediados del sXIX; una tendencia que se ha mantenido desde entonces. 

      Sin embargo, la actitud pública hacia las relaciones entre menores y adultos se han endurecido significativamente desde 1980s. En occidente, la mayoría de los grupos de presión en defensa de la pedofilia se han ido disolviendo a la luz de la creciente indignación popular frente a los abusos sexuales de niños. En EEUU, Canadá, Reino Unido, la creciente supervisión policial y la criminalización de sus miembros llevó a muchos  -aunque no todos- de los principales grupos a deshacerse o a transformarse en comunidades menos visibles con base en Internet.

      Edad de Consentimiento (2005), Dr Waites


      Inicialmente existieron alianzas entre grupos pedófilos y organizaciones pro-gays, por ejemplo entorno a la edad de consentimiento, es decir, la edad legal mínima a la que los individuos son capaces de dar consentimiento válido para relaciones sexuales. La edad de consentimiento actualmente está establecida entre los 17-18 años, con límites inferiores en Filipinas (12 años), Japón (13 años), Alemania o Italia (14 años). 

      Sin embargo, la legalidad es mucho más compleja. Por ejemplo el Código Penal Japonés establece una edad de consentimiento mínima de 13 años. Sin embargo, la Ley del Bienestar del menor prohibe cualquier acto de "fornicación" (淫行) con niños (aquí definidos como cualquiera con menos de 18 años), con matices como la excepción por relaciones sexuales en el contexto de una relación sentimental sincera (básicamente determinada por la aprobación parental). 

      Cuando se acude a fuentes como la policía o los servicios para adultos refieren que la edad de consentimiento es 18. La edad de matrimonio era de 16 para las chicas y 18 para los chicos con aprobación parental pero ahora es 17 para ambos géneros. Además existen muchas otras gradaciones, y por ejemplo la edad de consentimiento para las relaciones entre dos hombres es superior que para las relaciones heterosexuales o entre dos mujeres. 

      El caso de España es interesante. El nuevo Código Penal instaurado en 1995 especificaba una edad de consentimiento de 12 años para todos los actos sexuales, que fue elevada a 13 años en 1999 (el más bajo de Europa, y uno de los más bajos del mundo junto a Filipinas y Japón). En 2015 se incrementó a 16 años.


      Posicionamiento de Save the Children sobre la edad de consentimiento



      Edad de consentimiento por países de Europa

      • 14 años: Albania, Austria, Bulgaria, Bosnia and Herzegovina, Estonia, Germany, Hungary, Italy, Liechtenstein, Macedonia, Montenegro, Portugal, San Marino, Serbia
      • 15 años: Croatia, Czech Republic, Denmark, France, Greece, Iceland, Monaco, Poland, Romania, Slovakia, Slovenia, Sweden
      • 16 años: Andorra, Armenia, Azerbaijan, Belarus, Belgiumum, Finland, Georgia, Kazakhstan, Kosovo, Latvia, Lithuania, Luxembourg, Moldova, Netherlands, Northern Cyprus, Norway, Russia, Spain, Switzerland, Ukraine, United Kingdom
      • 17 años: Cyprus, Ireland
      • 18 años: Malta, Turkey, Vatican City



      Edad de consentimiento      – 14      – 15      – 16      – 17      – 18

      Gráfico extraído de Wikipedia, CC BY-SA 3.0



      Sin embargo las alianzas entre las Organizaciones en defensa de los derechos de los gays y los activistas pedófilos acerca de la edad de consentimiento, o más generalmente sobre temas de solidaridad con otras minorías sexuales se han desvanecido desde los 1980s.

      En gran medida esto fue resultado de las campañas de la derecha cristiana como la realizada por la conservadora norteamericana Anyta Bryant. Autoproclamada portavoz de la cruzada "Save Our Children" se enfrentaba a "la amenaza de la captación de nuestros hijos por parte de los homosexuales". Representaba a todos los gays -especialmnete a los varones- como pederastas en potencia y desencadenó el inico de una oposición estructurada a las organizaciones pro-gays en EEUU desde finales de los 1970s. 



      Campaña Save Our Children (1970s), por Anyta Bryant


      Si la organización holandesa pro-derechos de los gays COC declaraba en 1970s que la liberación sexual de los gays no sería completa sin la liberación sexual de los niños y los pedófilos, a mediados de 1990s la gran mayoría de las organizaciones gays se habían distanciado explicitamente de la defensa de la pedofilia y habían condenado las campañas para la eliminación de la edad mínima de consentimiento para las relaciones intergeneracionales, como queda ilustrado en la declaración sobre NAMBLA por un representante de Human Rights Campaign, el mayor grupo de apoyo de gays y lesbianas: 
      "no son parte de nuestra comunidad y rechamzamos de manera rotunda sus esfuerzos en insinuar que la pedolilia es un aspecto relacionados con los derechos civiles de de gays y lesbianas"

      En la órbita médico/psiquiátrica, el término paedophilia erótica fue acuñado en 1886 por el psiquiatra vienés Richard von Krafft-Ebing en su trabajo Psychopathia Sexualis, en el que lo describió como el interés sexual dirigido sólo hacia jóvenes prepubescentes, sin incluir a adolescentes, un interés que desaparecería con la aparición de los primeros signos de vello púbico. A propuesta del psiquiatra suizo Auguste Forel, el término entró oficialmente en el ámbito de la psiquiatría con el significado de pasión sexual por los menores.

      Existe una gran cantidad de investigación en este campo desde 1980s, y se han desarrollado diversas terapias con la intención de reducir la incidencia de abusos a menores (Pedophilia, Interventions that work (2016))

      En EEUU, desde el caso Kansas v Hendricks (1997) cualquier persona que debido a una "anormalidad mental" o un "trastorno de la personalidad" es probable que realice "actos de violencia sexual", puede ser detenida indefinidamente. Esta polémica ha sido tratada en detalle por Allen Frances en ¿Somos Todos Enfermos Mentales? (Saving Normal, 2013)



      Hallazgos biológicos y pederastia




      Efebofilia o Hebefilia

      La efebofilia, también conocida como hebefilia, es la condición en la cual personas adultas experimentan atracción sexual hacia adolescentes que ya han pasado la etapa de la pubertad.

      La atracción hacia adolescentes femeninas cuyo físico corresponde más bien al de una preadolescente (niña, puberta o prepuberta) es conocido como complejo de Lolita. Por definición, estos términos no son sinónimos de pedofilia. No obstante, en los países occidentales se ha usado con frecuencia la palabra pedofilia para referirse a la efebofilia cuando ésta es ilegal, o sea, para referirse a la atracción sexual hacia cualquier persona cuya edad sea menor a la edad de consentimiento sexual.

      Debido a que cada cultura y estado define una edad de consentimiento sexual mínima diferente, la ilegalidad del término varía. Por ejemplo, en diferentes naciones musulmanas es aceptado a veces el matrimonio entre adolescentes o entre adultos y adolescentes.

      En síntesis la efebofilia no es ilegal en casi ningún país del mundo, aunque es regulada según leyes locales. Mientras que la terapeuta Karen Franklin considera que la efebofilia es una preferencia sexual natural y que una gran mayoría de hombres adultos sienten atracción por mujeres adolescentes, (por lo general menores de 25 años) por lo que no puede ser equiparado con la pedofilia, que considera claramente un trastorno sexual (Franklin 2008Rind 2011Frances 2011) otros como Ray Blanchard consideran que la efebofilia debería incluirse dentro de los trastornos sexuales en el DSM-V (Pedophilia, hebephilia, and the DSM-V.)







      En Reino Unido recomendé "Totoro"(1988) a mis compañeros de piso, amantes de la animación. Se escandalizaron con la escena en la que un padre toma un baño junto a sus hijas.








      viernes, 29 de noviembre de 2019

      HOMOSEXUALIDAD Y PEDERASTIA COMO ENFERMEDADES MENTALES

      "El feminismo es una teoría, el lesbianismo la práctica."  Ti-Grace Atkinson (1970s) 
      "Las feministas que duermen con hombres están entregando sus energías más vitales al opresor."  Jill Johnson, Lesbian Nation (1973)

      La observación detallada de las mujeres de las grandes ciudades pronto nos convence de que la homosexualidad no es infrecuente. Casi siempre se puede sospechat Uranismo en mujeres que llevan el pelo corto, o que se visten a la manera de hombres, o realizan deportes y pasatiempos de sus conocidos varones. ; (...) El amor por las artes encuentar un sustituto en la práctica de las ciencias. En ocasiones fumar y beber se realizan incluso con emoción. Se desdeñan los dulces yl os perfumes." Richard von Krafft-Ebing, Psychopathia Sexualis (1886)


      En la actualidad, la comunidad científica y la población general (mayoritariamente) no entienden la homosexualidad como una enfermedad. Esta idea es previa a conocer si la orientación sexual se asocia a traumas infantiles, causas genéticas u hormonales, diferencias anatómicas cerebrales, o si existe la posibilidad de curación/modificación a partir de cambios  políticos/morales/religiosos, fármacos o psicoterapia. Esto es así porque no existe ningún método para determinar de manera objetiva si un fenómeno o una conducta son variantes de la normalidad o patologías:

      • (1) no existe una definición única de enfermedad (física o mental); 
      • (2) existen muchas condiciones "naturales" que cumplen la mayoría de los criterios de enfermedad (p.e., envejecimiento); 
      • (3) es necesario que una condición clínica (problema, dolencia o illness) sea valorada de manera negativa  por parte de la población  (obesidad, bajo/alto deseo sexual, alcoholismo, suicidio, impulsividad) antes de ser incorporada al campo de estudio de la medicina y construirse como una enfermedad (disease)


      De esta manera, por ejemplo, la asociación de la homosexualidad con una variación genética sería considerada por los que conciben la homosexualidad como una enfermedad, como una evidencia de que se trata de una anomalía que se debe corregir. Por otro lado, para los que consideran que no es una enfermedad, sería una prueba de que la homosexualidad es una condición innata y no una desviación sexual a modificar.

      Esta transición entre conductas infrecuentescondiciones inmorales y enfermedades es frecuente en medicina (p.e., obesidad) y sobretodo en psiquiatría (p.e.,TDAH, dependencia de alcohol). En pocos aspectos de la vida del individuo  queda todo ello tan patente como en la sexualidad.

      En la cultura clásica la masculinidad se identificaba con la actitud dominante, con el rol sexual penetrante. La penetración era un signo de virilidad y estatus. Se consideraba "antinatural" el deseo de ser penetrado pues reducía a un rol inferior de mujer o esclavo. Los sujetos "apropiados" para ser penetrados eran mujeres, chicos, extranjeros y esclavos.

      En la Grecia clasica el estatus se organizaba alrededor de la distinción activo/pasivo y no heterosexual/homosexual que solo aparecería mucho más tarde en la historia. 




      Aunque la poesía griega ampara la idea de de que es mejor tener ejércitos compuestos por amantes varones pues lucharán con mayor furia para proteger e impresionar a sus amantes,  las relaciones entre dos hombre adultos generaban gran intranquilidad. Dada la importancia del rol penetrante para el estatus social del varón. los adolescentes solucionaban este problema pues no alcanzaban la ciudadanía hasta la edad adulta. Los efebos se consideran deseables desde el inicio de la pubertad hasta la adolescencia tardia (hasta la aparición de vello púbico y la barba).

      El término utilizado para describir la búsqueda de adolescentes varones por adultos varones fue paederastia. A diferencia de las actitudes morales modernas hacia el sexo entre maestros y alumnos, la paederastia se consideraba como una enseñanza erótica y pedagógica entre un adulto, el erastes (amante), y un joven pasivo, el eromenos (amado), habitualmente entre 12 y 17-20 años. 

      Sin embargo, ni los maestros profesionales ni los entrenadores, con frecuencia antiguos esclavos, podían seducir a sus estudiantes, ni los esclavos podían seducir a jóvenes nacidos libres y futuros ciudadanos. Con frecuencia presentada como una parte natural de la educación del joven, la pederastia institucionalizaba una relación en la cual el mentor instruía al muchacho en asuntos filosóficos y de conocimiento general, y le preparaba para su rol de ciudadano. 






      A pesar de la aceptación general, existían preocupaciones morales y una rígida etiqueta sexual en el tema. Los muchachos libres eran futuros ciudadanos, por lo que no debían experimentar deseo durante las relaciones. Si concedían favores sexuales a hombres adultos se esperaba que fueran motivadas por phillia, esto es, amistad, respeto, y afecto por el demandante, y sólo tras un largo y, en ocasiones, caro cortejo. La obtención de placer sexual podía acarrear acusaciones de feminidad vergonzosa.

      En este contexto de escasa identidad sexual (homo o heterosexualidad) y marcada identidad de género (rol penetrador vs pasivo), los actos sexuales más humillantes eran el cunnilingus, seguido de cerca por la fellatio (así mejor practicados solo por prostitutas o esclavos). Los habitantes de la Isla de Lesbos tenían la reputación de practicar este tipo de actividades. De esta forma, para los antiguos griegos lesbiazein significa fellate, sin ninguna especificidad de género excepto para el receptor.

      Respecto al sexo entre mujeres, se suele describir de manera despectiva o como interés voyeuristico, y se imaginan mujeres con enormes clítoris o que adoptan el rol penetrador con la ayuda de prótesis.





      En Roma la pederastia con jóvenes nacidos libres deja de estar idealizada, y solo se permite la relación con esclavos, prostitutos o extranjeros, siempre que el ciudadano libre mantenga el rol activo.

      No es hasta el s XVIII que se establece el modelo biológico de la diferencia de género. La idea tradicional de que el cuerpo de la mujer no era más que una versión inferior del cuerpo masculino (con los genitales femeninos como versiones internas y a menor escala de los masculinos) se sustituye por una clara diferencia biológica basada en la maternidad, y no como un continuo corporal. 

      En un modelo biológico de la sexualidad, el sexo ya no es un encuentro entre un individuo activo y otro pasivo, sino entre seres biológicamente muy diferentes (maternidad). De esta manera, la primera vez que se usa el término heterosexualidad en una revista médica, por James G Kiernan en 1892, se refiere a la "perversión sexual" de mantener relaciones sexuales por razones lúdicas y no reproductoras.

      Finalmente, solo a partir de s XIX emerge la idea de que las personas implicadas en actos de "sodomía" son personas diferentes, con una identidad y unos inclinaciones que provienen de unos instintos biológicos anómalos. Antes, cualquier persona podía practicar actos de sodomía en función de su moral. Como Foucault señaló:
      "El sodomita era una una aberración ocasional; ahora, el homosexual era una especie"

      El término "homosexualidad" se populariza en Europa a partir de Psychopathia Sexualis (1866) de Krafft Ebing, y el concepto "lesbianismo", aparecido por primera vez en 1870, compite con otros como "tribadismo" o "safismo".
























      El concepto de la "inversión sexual" fue especialmente popular en el sXIX. Expresaba la creencia de que la gente con deseo por personas del mismo sexo padecían un trastorno de género, es decir se trataba realmente de mujeres en cuerpos de hombre, o viceversa, o incluso un tercer sexo.

      Sin embargo existían desacuerdos sobre cual era la relación precisa entre la identidad sexual y el género. Para los defensores del modelo de la inversión sexual los varones homosexuales estaban "feminizados", mientras que los defensores del modelo de paederastia griego defendía que eran, por el contrario, particularmente masculinos (p.e., Benedct Friedländer)


      El modelo biológico de sexualidad contemplaba a los homosexuales no como pecadores o criminales, sino como individuos anormales que necesitaban tratamiento


      Así, la utilización de la psiquiatría y de la sexología para corregir y curar la desviación sexual presenta una larga tradición. Destaca la terapia de aversión, ampliamente utilizada en 1950s y 19560s para tratar travestidos, transexuales, homosexuales, lesbianas y feticihistas en países que incluían URSS, EEUU, Reino Unido y Canadá. Los varones homosexuales fueron el objetivo prioritario pues el tratamiento formaba parte de las sentencias criminales, que solo ocasionalmente incluían relaciones lésbicas. 






      La terapia de aversión implicaba la proyección de imágenes de "objetos sexuales inapropiados" -que incluía al amante habitual-, al sujeto, al que se le inyectaban compuestos como la apomorfina para provocar nauseas y vómitos, o se le sometía a descargas eléctricas que se administraban dos o más veces al día durante un periodo de varias semanas. Los renombrados sexólogos Masters y Johnson, por ejemplo, dirigieron un programa entre 1968 y 1977 para convertir homosexuales en heterosexuales, con la afirmación de un éxito del 71.6% a los 6 años.

      La homosexualidad estuvo clasificada oficialmente como una enfermedad mental en el DSM estadounidense hasta 1973, y solo fue posible su eliminación en un marco de cambios sociales generales, grupos activistas gays cada vez más importantes, y la determinación de un psiquiatra de la talla de Robert Spitzer (LGBT Mental Health). La decisión de eliminar la homosexualidad se ratificó tras una votación con una mayoría del 58% de los miembros de la American Psychiatric Association.

      Categorías psiquiátricas similares fueron retiradas por la OMS en 1992, de Reino unido en 1994, en Rusia en 1999, y en China en 2001, después de que grupos en favor de los derechos de los gays y psiquiatras disidentes afirmaran que el problema era la homofobia y no la homosexualidad.









      lunes, 4 de noviembre de 2019

      PRIVACIÓN DE SUEÑO Y DEPORTE DE ÉLITE: LA NBA


      Un extenso artículo en la ESPN, titulado NBA exec: 'It's the dirty little secret that everybody knows about' ,analiza un problema del que cada vez más son conscientes: "la privación de sueño en la NBA es como las conmociones cerebrales en la NFL".


      En una NBA super profesionalizada, con los jugadores cada vez con más recursos para controlar su rendimiento y la Liga con una preocupación creciente por la buena salud de los protagonistas, hay un punto negro del que pocos hablan pero que todos tienen en mente: la privación de sueño. Afecta a los equipos durante toda la temporada y determina completamente los ritmos fuera y dentro de la cancha. "Dormir bien puede marcar la diferencia entre hacer uno de los mejores partidos de tu carrera o hacer uno horrible", explica Hassan Whiteside (jugador de Portland Trail Blazers) para ESPN.



      La acumulación de partidos y los constantes cambios de horarios obligan a los jugadores a tratar de dormir en los aviones, a confiar en que las camas de los hoteles sean buenas, a tomar melatonina para intentar conciliar el sueño... Atajos de todo tipo para tratar de dormir bien. Pero "es imposible", confirma Whiteside. En la NBA se disputan 82 partidos en seis meses, lo que obliga a los jugadores a recorrer más de 80.000 km a año en avión (una media de 402 km al día durante 25 semanas seguidas), suficiente para dar la vuelta al mundo dos veces. Se juega cada 2,07 días de media con 13,3 back-to-back. Algunos especialistas están comenzando a recopilar datos sobre la privación de sueño y las primeras conclusiones sugieren que es "el azote silencioso" de la NBA.
      A pesar de todas las medidas que está tomando la Liga para atajar el problema (cambios en el calendario, inversión en mejoras de las condiciones de vuelo, mayor atención sobre la salud mental de los jugadores...), la privación de sueño se mantiene como "el gran problema sin solución", según una fuente de la Liga que trabaja sobre el terreno. "Es el pequeño y feo secreto que en realidad todo el mundo conoce"

      Tobias Harris (Philladelphia 76ers) es otro de los jugadores que ha participado en el artículo y ha dejado una frase bastante esclarecedora: "Creo que un par de años la privación de sueño será un problema del que hablaremos igual que se habla de las conmociones cerebrales en la NFL".
      Timothy Royer, especialistas en rendimiento deportivo y neuropsicólogo (actualmente trabaja con los Grizzlies), pone la diana sobre los ritmos circadianos y su importancia, no sólo en el rendimiento de los jugadores, sino en su propia salud. "No hay ninguna empresa en el mundo que cambie los turnos de sus trabajadores de la forma en que lo hacemos en la NBA", asegura. 

      La Organización  Mundial de la Salud ha llegado a señalar que el trastorno de los ritmos circadianos causado por el constante cambio en los turnos de trabajo puede llegar a ser una de las causas que provoque cáncer. "Creo que no es sólo un obstáculo para el rendimiento de los jugadores. Estamos hablando de algo que provoca lesiones y acorta sus vidas", sentencia Royer.

      Desde las Instituciones Sanitarias es probable que no se considere un tema "preocupante". Es legendaria la indiferencia de la Administración hacia las condiciones de trabajo espartanas que condicionan una gran dificultad para mantener un "estilo de vida saludable", especialmente entre los profesionales más jóvenes.







      lunes, 14 de octubre de 2019

      TRATAMIENTO DEL TDAH: FÁRMACOS O TERAPIA CONDUCTUAL



      El "problema" del TDAH es, básicamente conceptual: 


      • (1) ¿A qué llamamos TDAH? 
      • (2) ¿Cómo abordar su estudio?, es decir Razones vs causas. ¿Es mejor entender los motivos de las conductas de estos niños y adultos o es preferible encontrar las causas biológicas que engendran los síntomas? 


      Estos y otros problemas se han tratado de manera extensa en este blog (TDAH: Realidad o Ficción , El TDAH no existe, no es real, no es una enfermedad) y no son muy diferentes a las dificultades que nos encontramos al abordar otras condiciones médicas (la obesidad como enfermedad: pros and consla homosexualidad y la pederastia como enfermedades, la menopausia, el envejecimiento, la fertilidad, ....). 

      Es interesante observar los sesgos que aparecen en los autores que publican en las fuentes oficiales de medicina. Un claro ejemplo es Diario Médico y el artículo  "Hiperactividad: doble abordaje para un doble filo" de José Ramón Zárate Cobo, publicado el 12 de octubre de 2019. 

      Lo aporto de manera íntegra para que cada cuál extraiga sus conclusiones.




      En mayo pasado, Marco Catani, del King’s College, de Londres, sugería en la revista Brain que Leonardo da Vinci pudo haber padecido trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Su incapacidad para finalizar proyectos y su extraordinaria creatividad serían dos de los síntomas. “Los registros históricos muestran que Leonardo pasó demasiado tiempo planificando proyectos, pero careció de perseverancia. El TDAH podría explicar su extraño genio volátil”.
      El polifacético italiano dormía poco y trabajaba de noche o de día, sin pautas regulares. Era zurdo, quizá disléxico, con una curiosidad incansable y dificultades de concentración. Una mente inquieta y una voluntad ondulante: el doble filo del TDAH. “Hay una idea errónea sobre el hecho de que el TDAH es típico de niños con poca inteligencia, destinados a una vida problemática. Por el contrario, la mayoría de los adultos que veo en mi clínica informan de que han sido niños inteligentes e intuitivos, pero desarrollan síntomas de ansiedad y depresión más adelante por no haber logrado su potencial. Es increíble que Leonardo se considerara a sí mismo como alguien que había fracasado en la vida. El TDAH no estaría por tanto vinculado a un bajo coeficiente intelectual o falta de creatividad, sino a la dificultad de capitalizar los talentos naturales”. Ese mismo mes, British Journal of Sports Medicine recogía un estudio del Hospital Chung Ang en Seúl (Corea del Sur) que afirmaba que muchos atletas de élite pueden padecer TDAH. Frente a un 3%-6% de niños afectados y 2%-3%% de adultos en la población general, en estos deportistas llegaría al 7%-8%.
      Considerados por algunos como enfermos imaginarios, como niños inquietos o como víctimas de una falsa enfermedad inventada por los laboratorios, su impulsividad y sus distracciones afectan a su rendimiento escolar, laboral y social. Sin embargo, como escribía en marzo pasado en Scientific American el investigador Holly White, de la Universidad de Michigan, muchas veces se benefician de un pensamiento divergente, una expansión conceptual y una ruptura creativa de los límites del conocimiento; es decir, traspasan las fronteras convencionales e imaginan soluciones y mundos desconcertantes, como prueban varios estudios que han enfrentado a personas con y sin TDAH.
      Las primeras descripciones de algo similar al TDAH se remontan a los escritos de Alexander Crichton a finales del siglo XVIII. Su difuso conocimiento ha ido evolucionando y documentándose y hoy, a la vista de los estudios genéticos y de neuroimagen, pocos dudan de que se trate de una disfunción cerebral heredada en un 30%-40% y con desencadenantes tan variados como la dieta de la madre, el microbioma, la crianza, los hábitos alimenticios y el entorno contaminante. Un factor reciente sería la compulsión generada por los móviles, videojuegos y redes sociales, según apuntaba un estudio de la Universidad del Sur de California publicado en julio del año pasado en Journal of the American Medical Association y que evaluó a 2.600 adolescentes durante dos años: los que abusan de los dispositivos digitales tendrían el doble de probabilidades de mostrar síntomas de TDAH debido a la estimulación frenética y continua a la que se someten.

      Nuevas pautas en el abordaje del TDAH

      Debido a las dudas sobre si es una condición normal, dentro de ese arco tan flexible en el que se encuadra la normalidad, o un trastorno, en las últimas décadas se ha debatido ampliamente sobre si debería tratarse con terapia conductual o con fármacos. El más popular, el metilfenidato (Ritalin o Concerta), vende al año unos 3.000 millones de dosis, el 80% de ellas en Estados Unidos, y el 75% en menores de edad (cuatro veces más niños que niñas). Las nuevas pautas de la Academia Americana de Pediatría (AAP), publicadas hace dos semanas, mantienen el papel central de la medicación acompañada de terapia conductual, decisión que ha provocado cierto revuelo. Según se informaba en la web NPR, a algunos padres, médicos e investigadores que estudian a niños con TDAH les ha decepcionado que no recomienden primero el abordaje conductual, pues estudios recientes han sugerido que conduce a mejores resultados. Al margen del posible sobrediagnóstico, muchas veces por comodidad o falta de tiempo, hay padres que sienten el cambio de los fármacos en sus hijos: pérdida de brillantez vital y carácter apaciguado, aunque por otro lado les evita conductas arriesgadas o uso de drogas. Las pautas actualizadas de la AAP aconsejan una supervisión más estrecha y pruebas de detección de otras afecciones. Cualquier niño de 6 años o más debe comenzar a tomar medicamentos y recibir terapia conductual tan pronto como sea diagnosticado, dice la AAP. Los menores de 5 años deben empezar con tratamiento conductual antes de medicarse. “Creo que es un gran perjuicio no solo para los niños, sino también para los padres, que preferirían intervenciones conductuales”, se queja Erika Coles, psicóloga de la Universidad Internacional de Florida. Terapia cognitiva en la escuela y, en el hogar, sistemas educativos que guíen sus conductas con recompensas o castigos leves; intervenciones diseñadas para enseñar a estos niños estrategias que les ayuden a concentrarse y a reforzar sus habilidades sociales.
      Si bien la AAP aconseja combinar fármacos y terapia conductual, según Coles los dos enfoques no se han evaluado con rigor. Un estudio de 2016 publicado en Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology mostró que los niños de 5 a 12 años con TDAH que recibieron tratamiento conductual antes de tomar pastillas se estabilizaban mejor que los que comenzaron con fármacos. Y otro estudio de Coles descubrió que el 37% de esos niños no necesitaron tomar pastillas. Y menos medicamentos significa menos efectos secundarios, como problemas para dormir, pérdida de apetito o incluso cambios de personalidad. Los análisis con metilfenidato no han mostrado efectos perjudiciales, pero no hay mucha investigación a largo plazo. La AAP asegura que no ha encontrado pruebas sólidas para justificar un cambio en las pautas. Sin embargo, todos están de acuerdo en que actualmente pocos niños reciben un tratamiento conductual adecuado, en parte por la escasez de terapeutas capacitados y por el coste asociado.