Como es habitual en estas fechas, British Medical Journal (BMJ) dedica su publicación de Navidad a temas más relajados. Una vez más, recordar que BMJ es gratuito para todos los asociados a British Medical Association (BMA), el sindicato de médicos. Me pregunto si podrían llegarme menos panfletos, revistas, boletines y cartas pseudoinformativas, y favorecer la creación de una revista médica en español (más de 500 millones de hablantes) de calidad y de distribución gratuita.
En fin, BMJ en su número del 17 de diciembre del 2013 publica el "Efecto Iniesta" (Iniesta Effect) o "Iniestazo". Desgraciadamente no tiene que ver con mi segundo apellido sino con el jugador del Barça.
Jesús Montesinos, director de Investigación e Innovación de la Fundación Althaia-Xarxa Asistencial Universitaria de Manresa, y colaboradores, muestran un aumento de la natalidad del 11-16% en el Solsonès y Bages (Catalunya Central) 9 meses tras el gol de Iniesta en Stamford Bridge.
El artículo mantiene un tono ligero y un excelente sentido del humor (¿inglés?). Llama a estos niños los hijos putativos de Don Andrés y los bautiza como la "generación Iniesta", ironiza con el 45 % de aumento de natalidad informado por los media, lo compara con el Gran Apagón de Nueva York de 1965, habla de la euforia sexual de los grupos sociales jugando con el conocido motto del Liverpool "You´ll never walk alone", y realiza analogías con los efectos sobre la libido (positivos o negativos) de una cena a las luz de las velas escuchando a Julio Iglesias.
De los diez firmantes, los miembros del equipo que "casualmente" son aficionados al Barça deducen asociaciones causales entre el gol y el aumento de natalidad, por lo que abogan por acuñar el epónimo de generación Iniesta para este baby boom. Por otra parte, los miembros no blaugranas (entre ellos Matt Elmore, ¿el redactor del artículo?) utilizan la misma metodología en la provincia de Barcelona, y al no poder replicar los resultados, niegan una asociación causal. Esto lo despachan los investigadores culés con mucho arte, aduciendo que hay un porcentaje mayor de aficionados al Barça en Bages-Solsonès que en la ciudad de Barcelona, donde existen numerosos aficionados al Real Madrid y al RCD Espanyol (odds ratio 1.21 !!).
Como no podía ser de otra manera se cita como referencia a los "periódicos" deportivos Marca (Guardiola: "Somos unos máquinas"), Mundo deportivo (El Iniestazo aumenta la natalidad), y las páginas web de las peñas de Madrid, Barça y Espanyol, que de esta manera acumulan mayor impact factor que la media de las revistas españolas en 2013.
El artículo termina con la declaración de los Conflictos de Interés:
1-"El grupo de Barcelona trabaja cerca del estadio del FC Barcelona y admite riesgo de sesgo debidos a los efectos del jolgorio adyacente".
2-"Los investigadores del Solsonès- Bages participaron en la elaboración de la hipótesis, pero no contribuyeron al efecto observado".
Hasta aquí MUY bien, no desentona con otras publicaciones del BMJ de estas fechas. Mi preocupación aparece cuando repaso los recursos utilizados. Un total de diez personas firman el artículo: un director de Investigación, un director y profesor de facultad de medicina, un director de registros médicos (¿?), un periodista especialista en ciencia y traductor, un ginecólogo, un epidemiólogo y CUATRO estadísticos, y se implican varias Universidades (Xarxa assistencial Universitaria de Manresa, Universistat Politècnica de Catalunya, Universitat Internacional de Catalunya). Todos aquellos que recuerden o estén inmersos en sus proyectos de tesis, incluso en los grandes hospitales, saben lo difícil que es contar con un estadístico, un epidemiólogo, por no hablar de un escritor profesional además de traductor, que con frecuencia pagamos de nuestros bolsillos. Como broma el artículo no está mal, pero me gustaría saber cuánto cuesta la broma.
Otro aspecto que deseo comentar es cuando un autor, consciente de una relevancia no esperada quiere aprovechar la ocasión; son los ataques de notoriedad.
Entrevistado por la agencia EFE, en el artículo El Iniestazo en Stamford Bridge, el Dr Jesús Montesinos cambia radicalmente el tono de su discurso, como un adolescente engolando la voz ante la llamada telefónica de una atractiva compañera de clase. Cree que "un evento deportivo puede ser tan emotivo que podría modificar el comportamiento humano reproductivo"
Lo que surgió de la lectura de Marca y Mundo Deportivo se convierte en una hipótesis con fundamentos teóricos sólidos:
“Inicialmente pensamos que el aumento de nacimientos a los 9 meses del triunfo del FC Barcelona no se constataría y demostraríamos que era una leyenda, pero nos equivocamos y realmente hubo un incremento notable del 16 % en febrero y del 11 % en marzo de 2010, y la única explicación sociológicamente plausible es la euforia por los triunfos del Barça”.
Curiosamente, Montesinos es oncólogo, y estas causalidades psicosociales parecen lejos de su ámbito de trabajo habitual en ciencias básicas. Pero como Director de Investigación desbarra al confundir asociación y causalidad. Lo que empezó como "puya" de investigadores culés vs no culés, se convierte en
“También comparamos los datos en hospitales de la ciudad de Barcelona, pero allí no se produjo ningún aumento de natalidad esos meses”, y argumenta el aumento detectado en el hospital de Manresa porque se trata quizá de la zona más ‘culer’ de Cataluña y comarca de nacimiento de Pep Guardiola (!!!!!!!!!!!!!!!).
Aquí el humor ya se está agriando, pero Montesinos, en una huida hacia delante y apoyado por un método científico violentado remata:
"Para explicar la causa-efecto de este aumento de nacimientos, el estudio de la Fundación Altahia también ha analizado el porcentaje de peñas azulgranas que hay en las comarcas del Bages y Solsonès, las dos que atiende este hospital comarcal, y ha revelado que hay un 70 % más peñas del FC Barcelona en comparación con las del Real Madrid y del RCD Espanyol que en el resto de la provincia".
“Eso explicaría la particularidad social del fenómeno, aquí nos sentimos más del Barça y quizá eso explica los 30 nacimientos más que no eran esperados".
En psiquiatría o atención primaria estamos más habituados a estudios sobre factores psicosociales y sabemos que aspectos como la inteligencia, el bajo nivel sociocultural, o incluso la falta de yodo, de ciertas áreas también podrían asociarse a las conductas impulsivas y al menor conocimiento y uso de métodos anticonceptivos apropiados.
Como además la entrevista proviene de EFE Futuro, el departamento de la agencia EFE que informa sobre ciencia, Montesinos, como oncólogo que basa su curriculum en publicaciones sobre ciencias básicas, no puede dejar de hablar acerca de la plausibilidad biológica:
“en momentos de euforia, cuando la gente se pone muy contenta y tiene una experiencia emotiva muy alta, está demostrado que se produce un fenómeno neurofisiológico, que es que crece (sic) la oxitocina, la hormona de la empatía (sic), que hace aumentar la sensación de pertenencia al grupo y disminuye la percepción del riesgo, lo que justificaría el incremento de nacimientos no planificados”. (!!!!!!!!!!!!!!)
Si el artículo original, en clave de humor, concluía con la deliciosa sugerencia de utilizar eventos locales para disminuir o aumentar el deseo y así regular la natalidad, y animaba a Iniesta a "replicar" el estudio con más goles, en la entrevista "seria" concluye:
" las emociones humanas a gran escala pueden provocar columpios demográficos en las poblaciones" y "podrían contribuir a una mejor comprensión de la conducta humana, mejorar la planificación de salud, e incluso ayudar a los responsables políticos del gobierno para estimular o reducir las tasas de natalidad". (´Nuff Said!!)
Una nueva muestra de la soberbia del investigador, de la diferencia entre investigar en ciencias básicas vs estudiar aspectos psicosociales, y, sólo tal vez, la diferencia entre el autor que redacta el estudio y el que lo firma.
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