"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

jueves, 3 de julio de 2014

PSIQUIATRÍA EN JAPÓN: HIKIKOMORI Y EFECTO COPYCAT EN EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS (AOKIGAHARA)

No es extraña la caricatura del extranjero, según la cual, cuando lleva apenas un mes en Japón siente la necesidad de escribir sobre el país, motivado por la fascinación, algún artículo; cuando lleva tres meses un libro, y cuando lleva un año no se atreve a escribir casi nada. 

Ya escribía Ruth Benedict en su conocido El crisantemo y la Espada (1946) que todas las descripciones del carácter japonés van acompañadas de la frase "pero también son ...": Agresivos y pasivos, militaristas y estéticos, insolentes y corteses, rígidos y adaptables, sumisos y resentidos al sentirse empujados, leales y traicioneros, valientes y tímidos, conservadores y amantes de la novedad ...

Cuando un observador competente escribe sobre cualquier otra nación y dice que sus habitantes son corteses en grado sumo, no se le ocurre añadir "pero también son insolentes y autoritarios"; si afirma que son leales y generosos, no dice "pero también traicioneros y rencorosos".

Eso tiene su explicación en que la japonesa es una sociedad con una cultura llena de contrastes ; donde, a medida que pasa el tiempo, menos se atreve uno a emitir valoraciones tajantes sobre actitudes y comportamientos; donde se han de estar revisando constantemente opiniones y juicios, para acabar siendo muy cauto. 

De todas formas, no me resisto a incluir dos documentales sobre rasgos característicos de la psiquiatría en ese país.

El primer documental trata sobre los Hikikomori. Es de especial interés la conceptualización y el tratamiento recomendado por parte de los especialistas japoneses en contraste con los de formación occidental. Los primeros representados por Tamaki Saito, el psicólogo que acuñó el término hikikomori. Los segundos, por el Dr Henry Grub, psicólogo clínico de la Universidad de Maryland que ha realizado el primer estudio sobre hikikomori por parte de occidentales (estudio que no he sido capaz de encontrar por ningún lado ...). 

Mientras que los profesionales japoneses optan por el respeto a la privacidad, el apoyo al adolescente y la aceptación, el Dr Grub tiene una opinión diferente: "Existe una razón más sencilla por la cual esta entidad es improbable que exista en otro país: si mi hijo se queda detrás de una puerta y no soy capaz de verle, tiraría la puerta abajo y entraría" 

Persiste la idea de que Hikikomori es una condición, no un trastorno o enfermedad. Este Hikikomori social (Saito Tamaki) puede suceder a cualquier chico en cualquier familia, y no a problemas individuales o familiares (Borovoy 2008)




Otro aspecto característico de la psiquiatría en Japón es la elevada tasa de suicidios. Pero prefiero centrarme en un aspecto más concreto, el efecto Werther o efecto copycat. Se refiere al aumento de casos de suicidio tras la aparición de historias sobre suicidios en los medios de comunicación. En Japón es especialmente llamativo este efecto "copia" y se ha comunicado tras la muerte de personajes populares como Yukiko Okada (1967-1983) o Hide (1964-1998, impresiona ver sus fotos vestido de heavy metal en el templo de Tsukiji Hongan-ji de Tokio aún pasados 15 años de su suicidio). 

Este efecto se observa también como repetición de conductas suicidas en localizaciones específicas; el Golden Gate en San Francisco,  un olivo concreto en un pueblecito de Andalucía o un pozo concreto en una aldea de Mallorca. Uno de los lugares más conocidos en todo el mundo es el bosque Aokigahara, a los pies del monte Fuji. 

En el Japón feudal del siglo XIX, cuando las hambrunas y las epidemias azotaban a la población, las familias más pobres abandonaban a su suerte a los niños y a los ancianos que no podían alimentar (ubasute). Por este motivo, surgieron historias que afirmaban que el bosque estaba encantado por los fantasmas de los que allí murieron. Su fama como lugar de suicidio quizá se deba a que en 1960 se publicó la novela Nami no Tou de Seicho Matsumoto, en la que al final de la obra dos amantes se suicidan en el bosque. Además, en 1993 se publicó El completo manual del suicidio de Wataru Tsurumi, una guía para suicidarse donde recomienda este bosque como un lugar idóneo para quitarse la vida.


Muy interesante también la relación entre suicidio y escritores japoneses.




7 comentarios:

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    1. Gracias Anpa. Si te interesa el sistema de salud japonés puedes leer el manga Recuerdos al Dr Blackjack, o si quieres consultar http://serpsiquiatrahoy.blogspot.com.es/2014/09/histeria-de-masas-en-un-instituto-de.html

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  2. que tal es la demanda de psiquiatras en ese pais? o esta muy bien cubierta?

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    1. Te incluyo esta información, por si es de tu interés, De Mizuno 2012: Of the 10,919 psychiatrists included in this analysis, 2,124 were female and 8,790 were male. Approximately 90% were < 65 years old, and 42% were < 45 years old. Their primary work places were as follows: psychiatric hospitals (n = 5,233, 47.9%); university departments of psychiatry (n=1,353, 12.4%); general hospitals (n = 1,064, 9.7%); psychiatric clinics (n = 2,456, 22.5%); nonpsychiatric clinics (n = 687, 6.3%); and nonclinical work places such as basic science departments (n = 124, 1.1%). The number of psychiatrists per 100,000 inhabitants in each prefecture was determined. The highest numbers of psychiatrists were from Kochi (13.20), Tokyo (12.76), and Tokushima (12.24), and the lowest numbers were from Ibaraki (5.34), Aomori (5.36), and Saitama (5.67). The number of psychiatrists per 100,000 inhabitants in Kochi was 1.48 per area (100 km square), and Tokyo showed the highest at 75.99 psychiatrists per area, followed by Osaka and Kanagawa. The five Tohoku prefectures and Hokkaido had the fewest psychiatrists per area.
      CONCLUSION:
      For planning the future management of psychiatric services, continuous investigation of the actual number of psychiatrists and the status of psychiatric services in Japan is required with the constant cooperation of the JSPN.

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  3. Hola Israel.
    Soy estudiante de quinto de medicina y el año pasado tuve la oportunidad de hacer prácticas de psiquiatría en la unidad de Agudos. Salí fascinada, pues la psiquiatría siempre ha sido un tema que me ha absorbido, y empecé a buscar un poco de literatura que me ayudase a formarme en el tema. He leído el Manual de síntomas mentales (creo recordar que se llama así), de Sims. También he leído novelas relacionadas con las enfermedades psiquiátricas, como La campana de cristal, Los renglones torcidos de Dios, Alguien voló sobre el nido del cuco o los diarios de Alejandra Pizarnik. Puesto que ya he cursado la asignatura de psiquiatría y creo tener los conceptos básicos de la especialidad, he leído Apuntes sobre el suicidio, un ensayo en el que se exponen distintas formas de plantearse la conducta suicida. Ahora que lo he terminado, andaba buscando algún otro ensayo o libro menos "recreativo" para seguir profundizando en la psiquiatría, pero no "libros tochos" para memorizar, sino, por ejemplo, ensayos sobre el suicidio en las distintas culturas, como podría ser, que siempre me ha inquietado, la japonesa. Agradecería enormemente si pudieses orientarme un poco en el tema.

    Fantástico blog, me lo guardo en favoritos y prometo leer tanto como pueda.

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    1. Hola Belice, es un placer descubrir estudiantes de medicina que además de estudiar quieren aprender. En el blog he escrito diversas entradas recomendando libros (12 libros que todo psiquiatra debería leer, 12 libros (más) que todo psiquiatra debería leer, y 10 libros en español), puedes ojearlas y decidir. Sobretodo te recomendaría Introducción a la filosofía de la medicina (apasionante, no te confundas por el titulo), La corrosión del carácter (ensayo sobre los cambios en la personalidad debido a cambios sociales), Hacia una nueva epistemología de la psiquiatría (libro complejo pero profundo e indispensable sobre las particularidades de los sintomas mentales, mucho mejor que el Sims), Tratar la mente o tratar el cerebro (libro sencillo, sobre todos los temas candente en psiquiatría), Concierto para instrumentos desafinados o Locos egregios (historias sobre enfermos anónimos -el primero- o famosos -el segundo-), Majareta (un comic estupendo de una dibujante con tr bipolar). En el aspecto cultural, sin duda te recomiendo Rethinking Psychiatry y/o The illness narratives. Sobre Japón en concreto no he encontrado buenos manuales; los locales son muy conservadores, y los extranjeros abordan el tema del suicidio de una manera simplista. Decidas leer lo que sea, me encantaría saber tus impresiones, y ojalá nos veamos cuando ya seas residente o psiquiatra. Bienvenida a este mundo apasionante!

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    2. Ah, además como interesada en la poesía no te puedes perder los libros de Miriam Reyes. Bella Durmiente y Espejo Negro expresan de manera deliciosa muchas sentimientos de sufrimiento mental.Saludos!

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