La siguiente entrada recoge una adaptación de el El artesano de Richard Sennett (2005)
El peligro que las personas impelidas por la excelencia representan para los demás se concreta en la figura del experto.
Este aparece bajo dos disfraces, el sociable o el antisocial. Una institución bien articulada favorecerá al experto sociable; el experto antisocial, aislado, constituye por sí mismo una señal de que la organización tiene problemas.
Vimla Patel y Guy Groen han explorado al experto sociable comparando las habilidades clínicas de estudiantes de medicina brillantes, pero novatos, con médicos que llevan ya varios años de profesión (Vilma Parel y Guy Groen, «The Narure of Medica! Experrise», en Ericsson y Smirh, eds., General Theory ofExpertise, pp. 93- 125).
El médico experimentado, como era de esperar, es más preciso en el diagnóstico. Esto se debe en gran parte al hecho de que tiende a ser más receptivo a la peculiaridad de cada paciente, mientras que el estudiante de medicina tenderá con mayor probabilidad a ser formalista, a seguir escrupulosamente el manual y a aplicar rígidamente las reglas generales a los casos particulares.
Además, el médico experimentado piensa en unidades de tiempo más amplias, no sólo retrospectivamente en los casos conocidos del pasado, sino, lo que es más interesante, con proyección al futuro, tratando de preveer el porvenir indeterminado del paciente. El médico experimentado se centra en la evolución del paciente, mientras que el talento sin rodaje piensa estrictamente en términos de causa y efecto inmediatos.
Al novato, sin bagaje de historias clínicas, le resulta difícil imaginar el destino del paciente individual. Esto quiere decir que la capacidad de aprehensión del artesano, se elabora en la práctica médica a largo plazo. Tratar a los demás como totalidades personales a través del tiempo es una marca de pericia sociable.
Por último, el aspecto sociable de la pericia atañe a la cuestión de la transferencia de conocimiento que se planteaba en el taller de Stradivarius. El maestro no podía transmitir su experiencia, en él convertida en conocimiento tácito personal. Se trata del experto aislado o antisocial.
De esta manera, un número elevado de expertos modernos se imaginan también ellos en la trampa de Stradivarius, al punto de que se podría lamar síndrome de Stradivarius a la convicción de la inefabilidad de la pericia personal.
Este síndrome se presenta en los médicos británicos que no han debatido opciones sobre tratamiento, que no se han expuesto a críticas, que no han compartido sus conocimientos con los colegas. En consecuencia, con el tiempo sus habilidades se van degradando en comparación con las de los médicos que no están profesionalmente encerrados en sí mismos.
Parece que los médicos de familia locales —esos personajes tranquilizadores de las novelas románticas sobre el mundo de la medicina— padecen de modo especial el síndrome de Stradivarius.
Samuel Luke Fildes, « The Doctor » (1887) |
El GoodWork Project de la Universidad de Harvard ha investigado, bajo la dirección de Howard Gardner, diversas maneras de superar los problemas de la acumulación de conocimientos especializados.
Los investigadores del GoodWork Project estudiaron, por ejemplo, una famosa caída del estándar profesional del New Y ork Times en un momento en que unos cuantos periodistas llegaron a niveles espectaculares de corrupción. De acuerdo con el GoodWork Project, el fallo estaba en la institución. «Somos el New York Times», inefable, el Stradivarius de los noticieros. Resultado: el diario no comunicó explícitamente sus patrones de calidad y este silencio abrió una brecha que los periodistas sin escrúpulos aprovecharon para colonizar la organización.
Para Gardner, la transparencia puede contrarrestar este peligro, pero sólo un determinado tipo de transparencia, la claridad que los estándares de un buen trabajo deben tener para los no expertos. Según Gardner y sus colegas, el esfuerzo por acuñar un lenguaje de esas características incita a los expertos a trabajar mejor y con mayor honestidad.
Howard Gardner, sobre el Goodwork Project
Las normas comprensibles para los no expertos elevan la calidad de las organizaciones consideradas como totalidades. La pericia sociable no crea una comunidad en el sentido de la autoconciencia ni de la ideología; simplemente consiste en buenas prácticas.
La organización bien articulada se centrará en seres humanos en cuanto totalidades a lo largo del tiempo, alentará la tutoría y exigirá patrones de calidad expresados en un lenguaje que entienda cualquier persona de la organización.
La pericia antisocial tiene un aspecto más complicado. Hay una inherente desigualdad de conocimiento y habilidad entre el experto y el no experto. La pericia antisocial carga el acento sobre la mera comparación odiosa. Una consecuencia evidente deenfatizar la desigualdad es la sensación de humillación y el resentimiento que este experto puede producir en los demás; otra consecuencia, más sutil, es que el propio experto se sienta acosado por las críticas.
En las relaciones entre expertos, la comparación odiosa puede hacerles perder de vista el sentido mismo de la calidad. En el campo científico, esta verdad general es objeto de particular y nefasta aplicación. La «carrera contrarreloj» —esto es, la carrera por la publicación de resultados— domina los laboratorios científicos de tal manera que llega a trivializar el trabajo mismo.
Un extraordinario ejemplo de ello es la controversia acerca del descubridor del VIH, el virus de inmunodeficiencia humana como retrovirus causante del sida. El descubrimiento tuvo lugar de manera independiente en los años ochenta en dos laboratorios: uno, dirigido por Luc Montagnier, en el Instituto Pasteur de Francia; e otro, dirigido por Robert Gallo, en Estado Unidos.Entre ambos laboratorios estalló una agria disputa (que finalmente se resolvió mediante un acuerdo entre los presidentes de ambas naciones François Mitterrand y Ronald Reagan).
CONCLUSIÓN:
- Hay maneras sociables y maneras antisociales de ser experto.
- La pericia sociable se dirige a los demás en el despliegue de sus perspectivas de la misma manera en que el artesano explora el cambio material; la habilidad de reparación se ejerce al modo del mentor; los patrones que sirven de guía son transparentes, es decir, comprensibles para los no expertos.
- La pericia antisocial humilla a los demás al tiempo que acosa y aisla al experto. La comparación odiosa puede desembocar en pérdida de calidad
- Por supuesto, la desigualdad es inherente a toda pericia, se trate de carpintería, cocina o medicina.
- Mientras que la comparación odiosa tiene un marcado carácter personal, el experto sociable está menos obsesionado por su propia justificación.
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Magnifica reflexión, la verdad que cada vez que haces una entrada es una nueva y agradable sorpresa
ResponderEliminarMuchas gracias. Es un placer descubrir que se comparten intereses más allá del entorno habitual.
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