"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

viernes, 31 de enero de 2020

PECADOS CAPITALES DE LA PSIQUIATRÍA: ENVIDIA (3 DE 7)


Otras materias cuentan con más horas en el curriculum médico que la psiquiatría. Los Departamentos de cirugía cardíaca están recibiendo muchísimo dinero. La distribución de las becas gubernamentales entre disciplinas es injusto. Otros pueden prescribir medicaciones caras pero no los psiquiatras. Hay muchos aspectos en los cuales la psiquiatría ha recibido menos atención y apoyo de lo que su importancia en salud pública merecería, y los psiquiatras podrían quejarse por todo ello. Pero los psiquiatras no se quedan ahí y destacan por su envidia de los logros y recursos de otras disciplinas.

   Las razones de la injusticia percibida y la justificación de las quejas rara vez se examinan. En la mayor parte del mundo, la psiquiatría se ha considerado carente de repercusión en la salud pública. Focalizarse en la esquizofrenia, el trastorno bipolar y otras pocas condiciones han hecho muy poco para convencer de la frecuencia de los trastornos mentales ni de la relevancia de la enseñanza de métodos de evaluación y tratamiento de tales condiciones a los estudiantes de medicina. Al centrarse en estos pocos trastornos, había poco espacio para que la psiquiatría propusiera intervenciones preventivas


Personificación de la envidia,
por Giotto

   
Las quejas de los psiquiatras sobre las desventajas que deben afrontar y su envidia hacia otras disciplinas han hecho muy poco para ganarse el aprecio de sus colegas o de los órganos de decisión. En su lugar, debería estudiarse qué ha hecho a otras disciplinas progresar, por ejemplo el énfasis sobre el potencial que tiene una disciplina, y la presentación clara y comprensible -y creíble- de los números que muestren la seriedad del problema.

   El reparto injusto sólo es percibido por los psiquiatras, mientras que muchos lo consideran un reflejo de méritos en términos de salud pública. "Estos son los serios problemas que debemos afrontar y todo esto es lo que podemos hacer" es una fórmula que ha conseguido apoyo a muchas disciplinas en lugar de la declaración envidiosa "Todos tenéis mucho más que nosotros y eso es injusto".

   La psiquiatría debería aplaudir los éxitos de los otros, pero también transmitir con claridad que es una disciplina basada en una cantidad ingente de investigación. Debería demostrar de manera transparente que ha desarrollado intervenciones prácticas preventivas y curativas que son eficientes y aceptables al paciente y la población general. La envidia es un pecado mortal porque bloquea el reconocimiento sobre la propia valía y las posibilidades de la acción y progreso de los individuos y de la profesión.


 La virtud que se opone a la envidia es la caridad o amor al prójimo.


sábado, 25 de enero de 2020

LOS 7 PECADOS CAPITALES DE LA PSIQUIATRÍA: LA SOBERBIA (2 DE 7)


"Lo único más peligroso que la ignorancia es la arrogancia " (A. Einstein)
El orgullo es un pecado complejo. ¿Porqué no debería estar orgullosa la medicina de ser capaz de realizar un trasplante de corazón, hígado o riñón? El orgullo ciega. Nos hace menos conscientes de nuestras deficiencias, de las tareas aún por realizar, de las imperfecciones de lo realizado.

   

Ser conscientes del progreso obtenido motiva: mostrar soberbia puede volvernos autocomplacientes

Las descripciones precisas de anormalidades psíquicas y la formulación de criterios específicos para el diagnóstico y clasificación de los trastornos mentales (TM) han hecho que el orgullo por los logros obscurezca que estas descripciones no son más que hipótesis de trabajo que pueden ser rechazadas en el momento que generen suficiente conocimiento. 


La ilusión de un conocimiento progresivo que acumula logros y nos acerca a "la verdad" sobre los trastornos mentales

El orgullo sobre el desarrollo de un sistema global de criterios operativos para la disposición de los diagnósticos en categorías son un buen ejemplo. Lejos del espíritu original de Spitzer & cols, las categorías generadas por consenso olvidaron la incertidumbre sobre sus limites -entre ellas y con la normalidad- y se convirtieron en verdaderas enfermedades. 

La implicación en la investigación etiológica es evidente -miles de millones invertidos en GWAs o neuroimagen sin resultado-, pero ha sido menos discutida la repercusión sobre la investigación terapéutica. El hecho de que un fármaco no sea efectivo en todas las personas bajo una misma etiqueta diagnóstica lleva a su rechazo en lugar de dudar sobre la clasificación. Los Gobiernos han seguido la recomendación de los profesionales y para aprobar un medicamento exige la mejoría de la severidad de un síndrome. Se desaprueban los estudios de un fármaco efectivo en algunas personas con un síndrome pero no en otras. 


El orgullo puede conducir a la arrogancia/soberbia que se presenta como falta de respeto por los otros. 

La arrogancia intelectual ha sido un pecado de la psiquiatría en muchas ocasiones a lo largo de la historia. Cuando la psiquiatría ha dado un paso adelante y ha permitido que el orgullo sobre los logros alimente su soberbia, la psiquiatría ha perdido. Sus miembros se han hecho autocomplacientes y les resulta fácil ignorar los avisos de otras disciplinas relacionadas. La separación física de la psiquiatría con su núcleo en los hospitales psiquiátricos, lejos de los centros de las ciudades, las facultades de medicina y otras disciplinas médicas, contribuyeron a mantener la arrogancia al diminuir la probabilidad de sufrir una crítica seria por parte de otros miembros de la profesión médica.  Esta crítica proporciona una mejor conciencia sobre la imperfección de los descubrimientos y los logros. 


La virtud que contrarresta a la soberbia es la humildad.



viernes, 24 de enero de 2020

PECADOS CAPITALES DE LA PSIQUIATRÍA: AVARICIA (1 DE 7)


(Basado libremente en Fighting for Mental Health, de Norman Sartorius)
  
En muchos países, la psiquiatría no es una disciplina igual a las demás. Sus practicantes son considerados charlatanes incapaces de proporcionar ayuda real y con oscuros intereses (control social, Big Pharma). Las personas que sufren trastornos mentales (TM) no son consideradas personas que requieran ayuda sino débiles morales, maléficos o simuladores.

Existen muchas razones para esta situación. Incluyen el estigma asociado a los TM, la ignorancia de la población y de los responsables de salud sobre la naturaleza de los TM. Pero la psiquiatría también tiene su parte de culpa. Sus pecados pueden enumerarse bajo la cabecera de los 7 Pecados Capitales de la Iglesia Católica. El término "Capital" no se refiere a la magnitud del pecado, sino a que da origen a muchos otros pecados.






AVARICIA

  • La psiquiatría no puede ser codiciosa con el dinero porque no lo tiene. Dejo para otra ocasión hablar de la Industria Farmacéutica, pero la mayor parte de sus recursos se basan en los edificios hospitalarios y los terrenos en los que fueron construidos.
  • Tampoco es codiciosa por sus quejas acerca de su baja prioridad dentro de la Salud Pública y la falta de comprensión de sus necesidades. 
  • Sin embargo es avariciosa con el conocimiento que tiene y que los demás podrían utilizar, con frecuencia mejor que los psiquiatras. Es difícil encontrar psiquiatras que deseen dar parte de su tiempo en formar a médicos generales y a otros trabajadores de la salud.

La necesidad de formación de médicos generales es enorme.

En la mayoría de países la formación de los estudiantes de medicina apenas incluye alguna semana en un centro psiquiátrico, y la proporción de población que acude al encargado de Medicina General debido a dolencias mentales es elevada. El argumento de que los psiquiatras sólo son capaces de atender a una pequeña porción de la población y que deberían formar y delegar suena bien a las autoridades sanitarias pero tiene poco calado en la mayoría de los clínicos.


Cambiar la formación de los estudiantes de medicina, desastrosa en contenido y estructura


La mayor parte del temario se invierte en explicar las formas más graves de TM que son las más infrecuentes. Sólo se ofrece conocimiento teórico y no cómo manejar los TM. Los hechos se muestran de manera desalentadora: el lenguaje es obtuso y predomina  la jerga. No hay relación entre la frecuencia de un TM en la práctica clínica general y el tiempo dedicado. Las clases y los libros de texto para estudiantes dedican muy poco espacio a aspectos prácticos útiles. No se explica cómo educar a los pacientes para vivir con sus dolencias ni a las familias para ayudar a sus seres queridos enfermos. Los estudiantes de medicina (futuros médicos generales, gestores, directores médicos) terminan su formación en psiquiatría con la convicción de la incapacidad de ésta para proporcionar soluciones específicas.


Las actitudes que se inculcan


Aunque es vital el uso de la formación para disipar los prejuicios y el estigma hacia los TM son mínimos los esfuerzos orientados a este fin. El lugar de enseñanza habitual son las salas de los hospitales psiquiátricos destinados a pacientes crónicamente enfermos e incapacitados, y los pacientes empleados en las entrevistas son los que presentan los síntomas más bizarros. Se desatiende la enseñanza de técnicas de entrevista con los pacientes menos deteriorados, que son los más frecuentes en la atención general.


Enseñanza de habilidades para el manejo de la enfermedad psíquica.

Los docentes en psiquiatría no creen que los médicos generales sean capaces de, o deseen, usar habilidades terapéuticas. La formación suele terminar con el consejo de derivar al especialista ante la sospecha de TM. 


Provisión de conocimiento a otros especialistas. 

Los nuevos psicofármacos son usados por numerosos especialistas sin apenas consulta con psiquiatras, con frecuencia a dosis o periodos inapropiados. Tampoco la psicofarmacología de las personas con TM comórbido con patología médica recibe apenas atención en la formación académica. Además, pese a la creciente evidencia del impacto de los factores psíquicos sobre el sistema inmune, gastrointestinal, ginecológico, etc, este conocimiento se mantiene en círculos psiquiátricos (e.g. unidades de trastornos por somatización) y no se utiliza como puente a la medicina general. 

Mientras otras disciplinas médicas aumentan su presencia en la formación médica inundando otras áreas con nuevos hallazgos y teorías, muchas con escasa evidencia, la psiquiatría transmite que es una disciplina tan compleja que sus prácticas no pueden hacerse transparentes.


CONCLUSIONES

La psiquiatría debe cambiar sus métodos, examinar su conocimiento y trasladarlo a un lenguaje comprensible a otras áreas de la medicina y otros ámbitos. Debe dejar de ser mezquina, pues su conocimiento puede y debe ser útil para la medicina y el progreso de la ciencia en general.

La virtud que desafía a la avaricia es la generosidad.

sábado, 18 de enero de 2020

POSTMODERNISMO Y PSIQUIATRÍA


Foucault y los antipsiquiatras están gravemente equivocados al pensar que la Psiquiatría, o mejor, su racionalismo científico, es la corriente dominante. 

El pensamiento racional siempre ha estado a la defensiva, y una rápida mirada a sucesos alrededor del mundo justifica esta afirmación. Los derechos humanos, la tolerancia, los ideales cosmopolitas e incluso la ciencia, se encuentran bajo el asalto de las fuerzas del fanatismo religioso, el provincialismo cultural, y las reacciones autoritarias.

Al criticar la Psiquiatría y el racionalismo científico, el postmodernismo ignora el análisis de los movimientos Anti-Psiquiatría. Éstos se revelan como autoritarios, de mente cerrada, y caducos, y apenas merecen ser estudiados hoy.

La Psiquiatría se debe analizar y criticar dentro del contexto de los movimientos que se le oponen y no sobre un punto de referencia abstracto.

Sin lugar a dudas se debe criticar que los psiquiatras, como otros profesionales sanitarios, de manera informal o establecida por la ley, lleven a cabo ciertas formas de control sobre ciertos individuos. Pero también han contribuido a la transformación de la sociedad civil a través de su ataque a tratamientos crueles y brutales, el dogmatismo religioso, el analfabetismo, la superstición, la xenofobia, y las conductas abusivas (maltrato, abusos).

"Los olvidados de los olvidados". El documental muestra la situación en la que se encuentran la mayoría de los enfermos mentales africanos, desde esquizofrénicos graves a simples epilépticos. Hombres, mujeres y niños encadenados, la mayoría a la intemperie, privados de comida y agua, algunos de ellos azotados regularmente o abandonados en las ciudades desde niños por sus propias familias. El reportaje de "La noche Temática" fue emitido el 13 de marzo de 2013


Los ideales del racionalismo científico muestran afinidad con los movimientos anti-autoritarios. Se apoya la visión cosmopolita sobre el localismo/nacionalismo, la razón sobre la intuición, el escepticismo sobre la tradición, y la libertad sobre la autoridad. Desde el principio se trata de dos corrientes en conflicto, la crítica descontextualizada de uno sólo es una ficción.

El postmodernismo y la antipsiquiatría pueden ofrecer perspectivas sobre la génesis histórica y los usos sociales de la teoría de la relatividad o la terapia electroconvulsiva, pero no debería intentar realizar juicios filosóficos sobre su eficacia. Con frecuencia sus defensores infravaloran la importancia de la metodología y las implicaciones prácticas de que los enunciados son vistos como provisionales y sujetos a revisión a la luz de la investigación futura. 

Los cambios se producen en base a que los métodos antiguos ya no pueden solucionar problemas nuevos, no porque los filósofos se embarquen en una crítica abstracta del método científico.


RELACIONADOS


miércoles, 15 de enero de 2020

10 COMICS QUE TODO PSIQUIATRA DEBERÍA LEER


1- MAJARETA. Ellen Forney. (La Cúpula). La autora estadounidense describe su experiencia y cómo cambió su vida tras serle diagnosticado un trastorno bipolar. Este cómic, en el que vuelca un certero sentido del humor, plantea hasta qué punto el arte es una consecuencia del dolor, recordando que Vincent Van Gogh, Paul Gauguin o Hermann Hesse también sufrieron enfermedades mentales. Ya se habló de esta obra en profundidad en otra entrada de este blog, Majareta: manía y depresión







2- CARA O CRUZ. CONVIVIENDO CON UN TRASTORNO MENTAL. Lou Lubie. (Norma). Entre la autobiografía y la divulgación médica, con humor y sensibilidad, la joven historietista francesa busca desestigmatizar los trastornos mentales. Ella sufre una condición poco conocida del espectro de los trastornos bipolares: la ciclotimia. Para la autora, es como un zorro salvaje que habita en su cerebro, imprevisible, con el que debe cohabitar e intentar domesticar.


 


3- PSIQUIÁTRICO (2 tomos). Lisa Mandel. (Astiberri). Basándose en testimonios de familiares y amigos enfermeros que trabajaron en los años 60 en hospitales psiquiátricos de Francia la autora denuncia los abusos, humillaciones, la insalubridad, los maltratos y los tratamientos y prácticas médicas de dudosa eficacia que eran el pan de cada día en aquellos perturbadores centros. En la linea de Concierto para instrumentos desafinados de nuestro Vallejo-Nájera (10 libros en español que todo psiquiatra debería leer)



               

































4- EL NAO DE BROWN. Glyn Dillon. (Norma).  Merecedora del Premio especial del jurado del festival de Angulema, esta obra del británico Glyn Dillon cuenta la historia de Nao, una joven londinense de origen japonés que sufre un trastorno obsesivo compulsivo. Intenta tener una vida normal pero sus obsesiones son violentas y macabras, la impulsan al homicidio. Por ello realiza extraños rituales para autocontrolarse, entenderse a sí misma y expresar lo que siente


    


5- LAS VOCES Y EL LABERINTO. Ricard Ruiz Garzón y Alfredo Borés. (Sapristi). La realidad de la esquizofrenia recorre las cinco historias personales, y optimistas pese a la dureza del trastorno, contadas en primera persona, que formaban parte del notable libro ‘Las voces del laberinto’, de Ruiz Garzón. Las viñetas de Borés transmiten cómo lo sufre cada enfermo y cómo luchan y aprenden a vivir con una enfermedad que saben que no desaparecerá. 






6- ALBERT CONTRA ALBERT. Arnau Sanz. (Edicions de Ponent).  El dibujante barcelonés tuvo la valentía de compartir la historia del trastorno bipolar, la adicción a las drogas y el alcohol que aquejó a su propio padre en un cómic abrumador y honesto en el que también habla de sí mismo. El autor, con solo 27 años, tuvo que cuidar de él, mantener a la familia y reconducir una relación que se había deteriorado.



    


7- EL DÍA DE LA VICTORIA. Guillermo Carandini. (Autoedición) También Carandini, como Arnau Sanz en ‘Albert contra Albert’, narra su historia y la de su padre, que sufría un trastorno bipolar, en este cómic autoeditado gracias al ‘crowdfunding’. En él, muestra los efectos y los estigmas de la enfermedad mental y cómo luchar contra ella mientras recorre la historia de la familia desde el Perú, el Madrid y la Europa de entreguerras y la segunda guerra mundial. 



 



8- MARIA Y YO. Y MARÍA CUMPLE 20 AÑOS. Miguel Gallardo. (Astiberri Ediciones). En estos dos libros, Miguel Gallardo, acostumbrado a comunicarse visualmente con su hija María, quiere compartirlo con sus lectores como si nosotros fuéramos ella y a través de sus dibujos entendamos su mensaje simple y breve de una manera inequívoca.  Gallardo, creador, entre otros muchos personajes, de "Makoki", emblemático durante los años ochenta, muestra  imágenes que transmiten sensaciones y emociones de María, de su padre y de su entorno. Merecedor del Premio Nacional de Cómic de Cataluña 2008.Gran premio a Miguel Gallardo en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2014







9- MI EXPERIENCIA LESBIANA CON LA SOLEDAD. Kabi Nagata (Fandogamia Editorial). Este provocador título oculta una pequeña joya, en forma de narrativa directa y sin los paños calientes que la narrativa anglosajona nos tiene acostumbrado. Autolesiones, homosexualidad, atracones de alcohol, dependencia y relaciones fusionales extremas no aptas para todos los públicos. A pesar de un mundo tan ajeno, el sufrimiento común  que subyace es universal y miles de adolescentes en todo el mundo siguen las experiencias en forma de diario de la autora que continúan en "Diario de intercambio conmigo misma" 



 



10- QUE NO, QUE NO ME MUERO. María Hernández Martí (Modernitobooks). Lupe tiene 38 años, pareja, perro, padres, hermanos, amigos, problemas de trabajo, clientes que no pagan y un cáncer de mama. Se enfrenta a esto último con el mismo sentido del humor peculiar que aplica al resto de su vida, pero de pronto se espera de ella que sea un ejemplo de positivismo y superación. Y que tome batidos de remolacha. Los fragmentos que dan lugar a este libro, escritos por María Hernández Martí funcionan como válvula de escape para una protagonista que asiste perpleja ante la incomodidad y las impertinencias de la gente que la rodea. Este libro fue tratado en profundidad en el recomendable #ClubLecturaMed




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jueves, 2 de enero de 2020

¿SOY OBSESIVO? LA PERSONALIDAD OBSESIVO-COMPULSIVA O ANANCÁSTICA


DIFERENCIA ENTRE PERSONALIDAD NORMAL Y OBSESIVA

Con mucha frecuencia se utiliza el concepto de personalidad obsesiva de manera errónea.

La personalidad obsesiva, anancástica u obsesivo-compulsiva se confunde con personas que presentan obsesiones y compulsiones, entendidas estas en términos de  ideas fijas o deseos vehementes. De esta forma, la Real Academia de la Lengua Española define,

  • obsesión.
    • Del lat. obsessio, -ōnis 'asedio'.
    • 1. f. Perturbación anímica producida por una idea fija.
    • 2. f. Idea fija o recurrente que condiciona una determinada actitud.


  • compulsión.
    • Del lat. compulsio, -ōnis.
    • 1. f. Inclinación, pasión vehemente y contumaz por algo o alguien.
La diferencia entre una personalidad obsesiva y una persona simplemente trabajadora o concienzuda es clara y marcada. Un excelente ejemplo es el siguiente documental sobre un famoso maestro de sushi.




DIFERENCIA ENTRE PERSONALIDAD OBSESIVA Y TOC

También se puede confundir la personalidad obsesiva con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), definido por el DSM-5 de la siguiente manera,
  • "Las personas con comportamientos obsesivo compulsivos tienen pensamientos indeseados (obsesiones) ante los cuales sienten la necesidad de reaccionar (compulsiones).
  • Las obsesiones se definen según los dos aspectos siguientes:

    • Pensamientos, impulsos o imágenes mentales que se repiten constantemente. Estos pensamientos, impulsos o imágenes mentales son indeseados y causan mucha ansiedad o estrés.
    • La persona que tiene estos pensamientos, impulsos o imágenes mentales trata de ignorarlos o de hacer que desaparezcan.
  • Las compulsiones se definen según los dos aspectos siguientes:
    • Conductas (por ejemplo, lavarse las manos, colocar cosas en un orden específico o revisar algo una y otra vez como cuando se verifica constantemente si una puerta está cerrada) o pensamientos (por ejemplo, rezar, contar números o repetir palabras en silencio) que se repiten una y otra vez o según ciertas reglas que se deben seguir estrictamente para que la obsesión desaparezca.
    • La persona siente que el propósito de estas conductas o pensamientos es prevenir o reducir la angustia, o evitar una situación o acontecimiento temido. Sin embargo, estas conductas o pensamientos no tienen relación con la realidad o son claramente exagerados.

Un buen ejemplo de una persona con trastorno obsesivo compulsivo o TOC se muestra en la película sobre el piloto, magnate y director Howard Hughes