Hoy, 21 de marzo, se ha celebrado el Día Mundial del Síndrome de Down y creo interesante una reflexión sobre genética, medicina y el futuro.
La frecuencia de los alelos del gen de una enfermedad y el tamaño del efecto de los alelos son informativos acerca del impacto de un alelo específico sobre el riesgo de enfermedad en un individuo y en una población. La mayoría de las variaciones alélicas tienen un efecto pequeño sobre el riesgo de enfermedad, y de esta forma son de poca utilidad clínica por sí mismas.
Por ejemplo, en 1980 se determinó que una persona con el alelo epsilon 4 del gen apo E tenía, como media, concentraciones de colesterol ligeramente superiores que las personas sin el alelo. A nivel poblacional, esta variante de apo E explica una proporción sustancial (7%) de la variabilidad en los niveles de colesterol (Sing 1996). Por contra, las mutaciones en el receptor LDL tienen un efecto grande y clínicamente importante en los niveles de colesterol del individuo aunque su impacto sobre la variabilidad poblacional es pequeña porque son raras. En los 1990s también se halló que las personas con el alelo e4 de la apoE también tenían mayor riesgo de Enfermedad de Alzheimer, pero no suficiente para tener valor diagnóstico (Tobin 1999), y un estudio reciente comunicaba que la recurrencia de las hemorragias intracerebrales es mayor en los sujetos con los alelos e2 o e4 comparados con aquellos con el genotipo e3/e3 (O´Donnell 2000). Por contra, la frecuencia del alelo e4 era menor a la esperada en pacientes con neoplasia de colon proximal (Kervinen 1996).
La complejidad de los trastornos de herencia mendeliana debidos a la afectación de un sólo gen (e.g., Enfermedad de Huntington) nos debe hacer recordar que el progreso será muy lento. Además, en la mayoría de las enfermedades por alteraciones de un gen único existen múltiples alelos que afectan al riesgo de enfermedad a diferentes niveles.
Por ejemplo, el gen de la fibrosis quística presenta más de 800 mutaciones asociadas con la enfermedad. Tras una década de investigación ha quedado claro que el genotipo predice de manera pobre el fenotipo (Geddes DM, 1999)
Si a eso sumamos que la mayoría de las asociaciones entre genes y enfermedades detectadas por los estudios no se replican, y que cada vez se utilizan más metaanálisis y estudios con enormes poblaciones, el objetivo de obtener chips con los perfiles de los genotipos de cada individuo me parece poco útil y potencialmente peligroso.
Como el genotipo no puede ser modificado, temo estrategias de prevención secundarias poco controladas. La reciente mastectomía bilateral de la actriz Angelina Jolie debido al cribaje positivo del gen BRCA1 abre un debate importante. Aunque en este caso se estimó un riesgo de 87% de cáncer de mama y 50% de cáncer de ovario, el debate debería ser riguroso.
Especialmente riguroso debería ser el debate sobre el diagnóstico genético preimplantación y el cribaje genético de los fetos. El consejo genético es un campo muy resbaladizo y aunque proyectos como el Human Genome Project consideran las dimensiones éticas del proyecto, las implicaciones son imprevisibles a día de hoy.
Por ejemplo, la sociedad moderna ya ha asumido como "justificable" el aborto en caso de trisomía 21. Creo que el debate acerca del aborto, libre o no, sobrepasa a la medicina, pues es un debate social que no puede solucionarse por conocimientos científicos. Sin embargo siempre me ha generado estupefacción que la medicina asuma que algunas vidas son "menos dignas de ser vividas" como en el caso del Síndrome de Down. Ni las personas afectadas ni sus familias tienen esa percepción.
De ninguna manera quisiera llevar esta reflexión al extremo de futuros distópicos, donde una familia seleccione a sus fetos a partir de unas variantes genéticas de mayor probabilidad de inteligencia elevada y baja probabilidad de neuroticismo. Una posibilidad más terrible sería que las familias se vieran forzadas a la selección de sus fetos porque los departamentos de Recursos Humanos de las Empresas realicen tests genéticos de aptitudes como hoy realizan pruebas de personalidad. Un interesante muestra es la fantástica película GATTACA, de Andrew Niccol (1997).
De momento, deCODE Genetics ya combina información acerca de la genealogía, historias clínicas e información genética de la población entera de Islandia, con publicaciones regulares en Nature y otras revistas, y con un seguimiento muy minucioso acerca de la utilidad y rentabilidad por parte de otras compañías ... Por otra parte, Neuromark, una compañía con sede en Colorado fundada en 2001 está buscando la aprobación de la FDA para lanzar al mercado un test genético para el control de la actividad de la MAOA, la variable genética asociada a la personalidad antisocial en el estudio de Caspi 2002, y un test genético para el gen transportador de la serotonina (variables del estudio de Caspi 2003).
No debemos olvidar que numerosos estudios han hallado asociación entre trastorno bipolar y creatividad.
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