"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

jueves, 10 de abril de 2014

HEREDABILIDAD (6 de 8): UN CONCEPTO CONTROVERTIDO

La heredabilidad no se puede medir directamente. Lo único que se puede observar y medir directamente es el fenotipo, así que la heredabilidad debe ser estimada a partir de la similitud entre individuos que se diferencian a nivel genético y ambiental. De esta manera se trata de una estimación, un parámetro estadístico, de algo que no podemos observar, y eso debe ser separado del concepto de la herencia, lo hereditario o de la probabilidad con la que se hereda un gen o un rasgo, algo que muchos parecen olvidar.

De esta forma, la principal crítica al concepto es que la estimación de la heredabilidad desplaza la atención del propósito de comprender la relación entre gen, genoma y fenotipo hacia un formalismo estadístico, la varianza de la media de los fenotipos. En un mundo de fenómenos biológicos reales que pueden ser estudiados, muchos consideran la heredabilidad como una "cuantificación inútil" (useless quantity) Lewontin 1974Rose 2006


Los errores que puede generar la interpretación del concepto de heredabilidad, como sucede con cualquier valor estadístico (e.g., odds ratio, p < 0.05), son de dos tipos;

(A) Uso inapropiado del término; se extraen conclusiones diferentes a las que el concepto estadístico permite o se refiere. 
(B) Por limitaciones intrínsecas del concepto; la estimación estadística requiere de una serie de premisas que aunque son posibles en algunas ocasiones (e.g., crianza selectiva de animales de granja) son muy cuestionables en fenotipos humanos complejos (e.g., obesidad, hiperactividad), como por ejemplo asumir que la mayoría de las relaciones entre gen y ambiente son aditivas y no tener en cuenta las interacciones ni las correlaciones entre genes y ambientes.

El artículo que desataba la caja de los truenos fue How much can we boost IQ and scholastic achievement? (1969) de Arthur Jensen * . Jensen afirmaba que como las puntuaciones del Coeficiente Intelectual poseen una elevada herebabilidad (~80%) la diferencia en el CI entre las poblaciones blanca y negra de Estados Unidos podía ser demasiado importante para ser explicada principalmente por factores "ambientales". Con ese punto de partida y tras diversos estudios concluía que el menor CI medio de los negros comparado con los blancos debía reflejar diferencias genéticas entre las dos poblaciones. 

El clásico de Block & Dworkin de 1976, Critical Readings, es una antología de la controversia acerca del CI, pero como otros libros (Kamin 1974, Gould 1981, Rose et al 1984)), sólo presentaba los argumentos en contra del concepto de la heredabilidad, sin apenas textos de los defensores del concepto. Así se trata de una antología de críticas y no de una revisión crítica sistemática del concepto, como señala Neven Sesardic en Making sense of heritability (2005). La antología incluía el influyente artículo de Richard Lewontin, The analysis of variance and the analysis of causes (1974). Este trabajo se centraba en las limitaciones de los cálculos de la heredabilidad, exponía las frecuentes confusiones acerca del significado del término y señalaba su inutilidad fuera del estrecho margen de circunstancias para las cuales fue construido. 

En resumen, seis equívocos característicos:


(1) La heredabilidad NO es una medida de las contribuciones de los genes y los entornos al fenotipo de un individuo.

(2) La heredabilidad ES una estimación de las contribuciones genéticas y ambientales a las diferencias (varianza) de la medida de un fenotipo entorno a la media de una población determinada.

(3) La medida no nos puede decir nada acerca de las causas de las diferencias entre poblaciones (el “supuesto” error de Jensen sobre las causas de la diferencia de CI entre negros y blancos)

(4) La heredabilidad se refiere a la contribución de la genética a la varianza dentro de una población y en un ambiente específico concreto. Si el ambiente cambia, la heredabilidad cambia.

(5) La heredabilidad es una medida que asume implícitamente que el fenotipo es el resultado de la suma de los efectos de los genes y de los ambientes.

(6) Estos cinco aspectos conceptualmente problemáticos de la estimación estadística de la heredabilidad tienen como resultado que muchos autores concluyan: 
- la heredabilidad no es indicador de las causas genéticas de un fenotipo. Y como consecuencia; 
- la estimación de la heredabilidad no tiene ningún tipo de utilidad. Se trata de una cuantificación inútil.

Los argumentos de Richard Lewontin (1974) dirigidos a mostrar que el análisis de la varianza no puede indicar causalidad genética,  se convirtieron en la base para el consenso antiheredabilidad de la filosofía de la ciencia y las ciencias sociales. De esta manera, la corriente principal actual de los filósofos de la biología considera que las estimaciones de la heredabilidad no aportan información útil, aunque este consenso ha sido cuestionado ocasionalmente (e.g.,  Neven Sesardic, Making sense of heritability, 2005). Además, diversas encuestas muestran que la mayoría de los psicólogos, sociólogos y educadores tienen una opinión en contra de la “ficción igualitaria” y consideran un “fraude científico” explicar las diferencias en la inteligencia por factores ambientales (The IQ Controversy, the Media and Public Policy, de  Mark Snyderman and Stanley Rothman, 1988).

En la próxima entrada de blog se desarrollarán estos seis equívocos acerca de la heredabilidad.

Arthur Jensen (1923-2012) vs Richard Lewontin (1929-)


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