"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

jueves, 8 de junio de 2017

EL LENGUAJE DE LA PSIQUIATRÍA: HACIA UNA NUEVA PSICOPATOLOGÍA DESCRIPTIVA



"La observación comienza cuando uno es consciente de la deficiente precisión de su mirada"
Hace casi un siglo Phillipe Chaslin se preguntaba si la psiquiatría poseía un lenguaje bien hecho para los requisitos de una disciplina científica. Para Chaslin estaba claro que entonces no lo era. ¿Es distinta la situación actual?

Si aceptamos como objeto de la psiquiatría, en su vertiente científica, el estudio de las enfermedades mentales (sean estas lo que sean) la psicopatología habría de ser el lenguaje descriptivo utilizado para aprehender los eventos psicopartológicos, es decir los aspectos de la conducta que son la expresión de una disfunción psicológica y/o orgánica. 

Como todo lenguaje, la psicopatología posee unas reglas de aplicación y es, al mismo tiempo, un producto histórico que está sujeto a cambios. Un hecho al que parece no darse la suficiente importancia es que la psicopatología actual es un producto intelectual que surge de mediados del sXIX y que ha cambiado muy poco desde entonces. La psicopatología intentó responder a las necesidades científicas de la época, necesidades muy distintas a las actuales. Integró concepciones de la mente basadas en psicología de las facultades y en la tripartición kantiana en cognición, afectos y voluntad y en la psicología asociacionista de la época, y esta amalgama ha influido en los conceptos de los distintos trastornos mentales. Sin embargo, la visión actual de lo mental y la resolución de las técnicas de investigación han cambiado substancialmente, por lo que si la psicopatología debe ser una suerte de interface dinámica entre el observador y el evento psicopatológico para facilitar su estudio, deberá adaptarse a los conceptos teóricos más elaborados actuales y al mayor poder de resolución de las técnicas e instrumentos.

En la actualidad existen 3 posturas básicas frente al lenguaje de la psiquiatría actual:

(1) La psicopatología está bien como está 
  • A pesar de ser un lenguaje antiguo, el que se haya mantenido hasta nuestros días indica que sirve para capturar elementos esenciales e invariables de la patología mental. Hay dos versiones de esta postura
  • Esencialista: esos síntomas (alucinaciones, delirios, obsesiones) son tipos naturales (natural kinds), elementos en los que se divide la naturaleza que estudiamos y, por tanto, sucesos identificables a los que denominamos con la terminología psicopatológica, la cual tampoco es tan importante
  • Nominalista; las alucinaciones, los delirios no existen como tales sino que los síntomas mentales son descripciones teóricas por las que aprehendemos los fenómenos, si bien las descripciones son eficaces y no hay que cambiarlas como no hay que cambiar las de otras especialidades médicas; lo único que hay que hacer es correlacionar esas descripciones con marcadores biológicos sólidos y solucionaremos los problemas

(2) La psicopatológía no está bien como está, porque incluye en su lenguaje expresiones cargadas de subjetividad
  • Aunque en las últimas décadas se ha ido despojando de algunas descripciones fenomenológicas clásicas, aún incluye en su lenguaje numerosas expresiones cargadas de subjetividad que deberían desaparecer para lograr un verdadero lenguaje científico. Dos versiones:
  • Funcionalista: las unidades de análisis deberán ser descripciones funcionales o computacionales de la psicología cognitiva o neuropsicología y no quejas sintomáticas subjetivas
  • Eliminativista: las unidades de análisis deberán ser descripciones neuropsicológicas y neurofisiológicas adecuadas para las técnicas neurocientíficas y de neuroimagen cerebral, constituyendo una verdadera latenomenología (de latente, véase Andreasen) más adecuada para la investigación que las descripciones sintomáticas tradicionales o manifiestas


    (3) La psicopatológía no está bien como está, porque se ha despojado de los elementos más subjetivos del paciente
    • Desde la segunda mitad del sXX la psicopatología se ha ido despojando de los elementos más subjetivos del paciente en aras de un mayor control experimental y una mayor objetividad. Tres versiones:
    • Fenomenológica: hay que volver a la psiquiatría fenomenológica de la primera mitad del s XX recuperar a Husserl, Heideggerr, las vivencias, las experiencias totalizadoras, ...
    • Psicoanalítica: se debe utilizar un lenguaje de estructuras mentales con significantes, forclusiones, mecanismos de defensa, ...
    • Descriptiva propiamente dicha: se debe recalibrar las descripciones que hemos heredado y ver cuales son todavía útiles, cuáles necesitan ser actualizadas y qué fenómenos necesitan nuevas descripciones que faciliten su estudio empírico y la actividad clínica


      Modelo Cambridge de la construcción de un síntoma mental




      LA PSICOPATOLOÓGIA COMO MEDIO DE CAPTURA DE INFORMACIÓN


      Cualquiera de las opciones arriba descritas elegidas posee implicaciones en investigación pero también en asistencia. Si entendemos la psicopatología como un lenguaje que captura información generada por las disfunciones mentales (psicológicas y/o orgánicas del paciente), el diseño de este sistema y las unidades de análisis que se contemplan influirán en el grado en que la información quede recogida. Si este lenguaje quiere ponerse en relación con otro sistema de captura de información distinto (p.e., la neuroimagen)), necesitará acoplarse, al menos parcialmente a éste si quiere que las correlaciones estadísticas tengan alguna validez. 

      Por todo ello, debemos recordar que el lenguaje de la psicopatología actual surgió para satisfacer las necesidades de la observación visual de la conducta y de la microscopía óptica ya que el examen anatomopatológico del cerebro era el paradigma experimental de la época.



      LA NUEVA PSICOPATOLOGÍA DESCRIPTIVA

      Si se acepta la necesidad del cambio del lenguaje de la psicopatología, la cuestión se plantea acerca de la dirección del mismo.

      Se puede diseñar una psicopatología a imagen de las neurociencias que no de problemas en cuanto a fiabilidad y adecuación pero que tampoco nos dé demasiadas alegrías ya que despoja al lenguaje psicopatológico de su razón de ser: la descripción de la afectación en la subjetividad, cognición, vida relacional y adecuación al medio de las distintas alteraciones mentales.

      También se puede construir una psicopatología con un lenguaje apropiado para aprehender estas vivencias muchas veces inefables pero que dificilmente puede servirnos para la investigación empírica debido al elevado nivel de complejidad que maneja.

      Tal vez la mejor opción es la intermedia, una nueva psicopatolog´ria propiamente descriptiva que implicaría:
      • Revisar el constructo teórico de la psicopatología tradicional
      • Analizar las unidades de síntomas, i.e., signos y síntomas, y determinar cuáles son aún válidas o necesitan ser modificadas
      • qué modelo descriptivo de cada síntoma es el más adecuado para la investigación y cuál es el nivel de complejidad que podemos manejar sin hacer inviable la investigación 
      Esto no significa que no se puedan utilizar descripciones de la psicopatología fenomenológica o psicoanalítica, Se pueden utilizar si presentan un a mayor capacidad heurística que otras descripciones sin que para ello haya que asumir todo el marco conceptual del que provienen. 

      Tampoco excluye la utilización de unidades sintomáticas simples y de fácil objetivación, pero se debe integrar los aspectos subjetivos par no obviar aspectos aspectos posiblemente fundamentales.



      viernes, 2 de junio de 2017

      COMICS MARVEL: DAREDEVIL Y DEPRESIÓN POSTPARTO


      En otra entrada de este blog, Majareta: Manía y depresión (2014), ya se hablaba de los excelentes cómics sobre enfermedades mentales y de las posibilidades en materia de divulgación entre las personas que rehuyen de las fuentes clásicas de información (libros, webs, ...).

      En este caso paso a hablar sobre el cómic Daredevil, publicado desde 1964, y que narra las aventuras de un superhéroe invidente pero con sus otros sentidos hiperdesarrollados. Desde su origen ha tenido al frente a diversos equipos creativos, pero probablemente la etapa del autor Mark Waid ha sido la más interesante. 

      El ejemplar a destacar es Daredevil, Vol 4, 7 USA, 2014, por  Mark Waid (escritor) y Chris Samnee (dibujante). En apenas 4 páginas se narra en flashback la depresión postparto de la madre de Matt Murdock, (aka Daredevil).



      Padres primerizos, sin red social de apoyo ...




      Aparece ansiedad e inquietud crecientes. Anorexia, insomnio global, desesperación, ...




      El cuadro clínico se describe en función de dos patrones explicativos. 

      • El modelo psicosocial (dominante en el momento histórico en el que la protagonista presenta el cuadro clínico); presenta los cambios mentales como una mala adaptación o un bajón emocional debido a la nueva situación
      • El modelo biomédico (moderno); la ciencia "descubre" que la depresión postparto es una enfermedad real


      Aparecen ideas de minusvalía y fracaso, Vivencias de pérdida de control






      ... ideas sobrevaloradas o deliroides de perjuicio, de minusvalía, con agitación y agresividad





      Aislamiento, pesimismo, ideas de muerte. Culpa y redención.



      A la etiqueta popular de "locura", estigmatizante y que genera culpa, se le enfrenta el diagnostico médico científico basado en una hipótesis bioquímica exculpadora. Aunque la sociología más radical acusa que los diagnósticos psiquiátricos no son más que etiquetas moralizantes estigmatizadoras, en esta ocasión se presenta otra visión más optimista.  






      Daredevil es un personaje cuyo cómic se publica desde 1964, y que se caracteriza por una elevada religiosidad, y donde la idea de la culpa aparece de manera repetida a lo largo de más de 50 años de historia.




      En sus páginas se han visto diversos cuadros psiquiátricos, sin ocultar episodios tan escabrosos como el suicidio de una de sus parejas más estables, Heather, al creer que había sido abandonada ...