"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

viernes, 14 de agosto de 2015

CÓMO ARREGLAR EL SISTEMA DE SALUD MENTAL ESTADOUNIDENSE (8): DR MARVIN SWARTZ

En noviembre de 2014 la publicación Psychiatric Times solicitó a varias personalidades relacionadas con la salud mental cuáles serían los puntos clave para arreglar los problemas del Sistema de Salud Mental estadounidense. Las sugerencias provienen de psiquiatras, escritores médicos, madres, y un paciente.

QUÉ SE NECESITA PARA ARREGLAR EL SISTEMA, Marvin Swartz, MD

1- Aplicación rigurosa de la paridad en salud mental (Mental Health Parity). Igual cobertura para los trastornos mentales que para los médico-quirúrgicos.




2- Apoyo federal para los programas de alojamientos asistidos (El número de pacientes que ingresan en carísimas unidades psiquiátricas de agudos y subagudos debido a la ausencia de alojamientos sociales con una mínima supervisión psiquiátrica es una de las muestras más evidentes de que el paciente no recibe la atención en el lugar más indicado en función del coste-efectividad, sino "donde hay sitio". Los psiquiatras que hacen guardias saben bien de las dificultades de acceso a plazas de hospital de día, psicogeriatría, pisos asistidos, etc, lo que conlleva un paso seguro por agudos y, muchas veces, media estancia)




3- Un grupo de atención en salud mental federal o estatal para comunidades infradotadas, tal y como funciona Teach for America




4- Financiación de la formación en prácticas basadas en la evidencia. Aunque se trata de una filosofía aparentemente deseable, en las -pocas- ocasiones que he observado su implementación en UK se trata de un curso breve de Medicina Basada en la Evidencia mal entendida. Decidir qué funciona y cómo lo medimos depende no sólo de aspectos científicos, también sociopolíticos de cada país o región (ver p.e. el punto 2). También es mucho más sencillo realizar 100 ensayos clínicos randomizados con psicofármacos a 6 semanas en Trastorno límite de la Personalidad, que un estudio a 5 años con las terapias de Kernberg, Linehan o Fonagy.




5- Disponibilidad de Tratamiento Asertivo Comunitario para cualquier individuo que lo necesite vía Medicaid y las pólizas de seguros privadas.



6- Tratamiento ambulatorio involuntario (assited outpatient treatment, AOT) como parte del servicio financiado por Medicaid. (En la actualidad sólo se puede atender a un paciente de manera involuntaria en casos de riesgo muy marcado para ellos o los otros, independientemente del estado del paciente o la preocupación de los familiares. Os aseguro que la interpretación sobre qué supone un riesgo es muuuuy laxa. P.e., perseguir "una luz" saltando por los tejados no es suficiente, y sí, semanas más tarde se cayó y se rompió una pierna)




7- Crear e incentivar las clínicas regionales de tratamiento depot (Sin lugar a dudas la creación de un equipo fijo, en un ambiente acogedor tipo centro de día, podría marcar la diferencia en un buen número de pacientes. Países como Alemania y UK están trabajando mucho y muy bien en este aspecto). 

8- Creación e incentivación de clínicas regionales de tratamiento con clozapina (Las pobres tasas de utilización de clozapina en una población con dosis y/o combinaciones indecentes de antipsicóticos debería ser uno de los puntos a resolver por cualquier jefe de departamento de psiquiatría. Países como UK y Australia están trabajando mucho y muy bien en este aspecto )


El equipo de la nueva Clínica de Clozapina en Canberra, Australia (2014)

9- Creación de clínicas para la consulta gratuita por telemedicina sobre aspectos psicofarmacológicos



10- Terminar con la exclusión IMD (Institutions for Mental Disorders) de Medicaid. (Este seguro público no costea los ingresos en camas hospitalarias psiquiátricas de los individuos entre 22 y 64 años).


Marvin Swartz, MD
Dr Swartz is Professor of Psychiatry and Behavioral Sciences at the Duke University School of Medicine in Durham, NC.

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