A pesar de que la experimentación con animales suscita graves problemas éticos, sigue siendo una práctica muy habitual. Lo cierto es que lo que se hace con los animales de laboratorio no suele ser conocido por el público. Es más, ni siquiera suele ser conocido por el público especializado, que lee los resultados del experimento, pero que rara vez conoce cómo se trató al animal sobre el que se llevó a cabo.
Quiero destacar dos documentales que recogen dos casos aparentemente similares. El primero es el caso de la chimpancé Washoe, narrado de manera triunfal y sin "olores" animales ni dilemas morales, y el segundo el caso del chimpancé Nim, dirigido de manera magistral por el oscarizado James Marsh, responsable del documental "Man on Wire (2008)" y el largometraje "La teoría del Todo (2014)".
LA CHIMPANCÉ WASHOE (1965-2007)
Washoe fue una chimpancé hembra, el primer ser vivo no humano en aprender a comunicarse mediante la lengua de signos americana (ASL, por sus siglas en inglés), como parte de de un experimento de investigación sobre la adquisición del lenguaje en los animales.
Nacida en África e 1965, fue capturada para ser usada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos en investigaciones para el programa espacial. En 1967, Allen Gardner y Beatrix Gardner la adquirieron y establecieron un proyecto para enseñarle a usar el lenguaje de signos ASL. Su nombre proviene del Condado de Washoe, donde permaneció en la Universidad de Nevada, Reno. Para entonces, habían fallado los intentos previos de enseñale a un chimpancé a imitar el lenguaje vocal, llevados a cabo en los proyectos Gua y Vicki. Los Gardner creían que estos proyectos habían fallado debido a que los chimpancés eran fisiológicamente incapaces de producir los sonidos vocales requeridos para un lenguaje oral. Su solución para comunicarse con los chimpancés fue crear un proyecto que utilizara su habilidad para crear diversos gestos corporales, pues es la forma en que se comunican en la naturaleza.
Los Gardner criaron a Washoe como si fuera un ser humano: usaba vestimenta con frecuencia y se sentaba con ellos en la mesa al momento de comer. Tenía también su propio tráiler de 2.4 x 7.3 metros, totalmente equipado, con sala y cocina, además de tener un sofá, un refrigerador y una cama con sábanas. Tenía además acceso a ropa, juguetes, peines, libros y cepillos de dientes. Al igual que con una niña, se le permitió experimentar una rutina de quehaceres, juegos al aire libre y paseos en el carro de la familia.
Cuando Washoe cumplió los cinco años de edad, los Gardner decidieron comenzar su proyecto y la trasladaron al Instituto de Estudios en Primates de la Universidad de Oklahoma, bajo el cuidado de los Fouts. Aprendió aproximadamente 350 palabras del ASL, y además le enseñó algunas de estas palabras a su hijo adoptivo Loulis
"Washoe el mono que habla con las manos", por Philippe Calderon & Guillaume Vincent (1994)
EL PROYECTO NIM (1973-2000)
El proyecto Nim, que tenía como sujeto al chimpacé Nim Chimpsky fracasó en su intento de replicar los resultados del proyecto Washoe.
En los 70, el doctor Herbert Terrace, tuvo la idea de educar a un chimpancé de 15 días como un bebé norteamericano más para demostrar la teoría de que un simio podía aprender a comunicarse con el lenguaje (de los signos) como los humanos si era criado como tal. Se pretendía demostrar que la comunicación a través del lenguaje no era innata, como defendía Noam Chomsky, sino algo aprendido. El proyecto Nim resultó ser un fracaso.
Pero a parte de el enésimo ejemplo del principal problema de los estudios científicos modernos, esto es el de la replicabilidad, en este caso me voy a centrar en las formas.
Lo que no se vé en los libros de texto ni en las decenas de artículos publicados es que para llevar a acabo el proyecto, Nim Chimpsky tuvo que vivir en unas condiciones erráticas y caprichosas desde su nacimiento. En este caso contamos con la brillante narrativa cinematográfica de alguien tan dotado como James Marsch que disecciona la evolución del chimpancé Nim no solo durante el experimento, sino qué pasa después. Esto es algo que siempre me ha generado mucho interés cuando se exponen casos en sesiones clínica o en publicaciones académicas.
La historia de Nim, es la historia de un fracaso ético y epistemológico de la psicología científica, y Marsch la refleja a través de confesiones de más de una docena de personas que participaron en el proyecto, incluido el propio Dr Terrace. El documental posee ritmo, una interesante estructura narrativa y escenas muy crueles
En ocasiones, uno no puede por menos que notar los paralelismos con el joven Antoine Doinel, protagonista de Los 400 golpes (1959) de Truffaut
En Youtube no hay versión inglesa o española gratuita, te dejo con un tráiler del programa Días de Cine.
Proyecto NIM (2011), de James Marsh
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