"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

miércoles, 9 de agosto de 2017

RENNAI NEETS: LOS NINIS JAPONESES


Un fenómeno reciente objeto de preocupación entre las instituciones educativas y frecuentemente abordado por los medios de comunicación, es el de los llamados rennai NEETs ("Not in Education, Employment, or Training"), término utilizado generalmente para describir a los jóvenes varones que no están empleados, no están estudiando ni en prácticas de trabajo, a lo que se añade una connotación de holgazanes sin interés por la vida. Se trata de lo que en España se conoce popularmente como NINIs.


A ellos se suman los Freeter (フリーター Furiitaa-), un neologismo acuñado hacia 1987-1988, y compuesto por la palabra inglesa free (libre) y la alemana Arbeiter (trabajador). Este término describe la situación de un cierto grupo de jóvenes japoneses (entre los 15 y los 34 años) que, tras terminar sus estudios, trabajan en empleos precarios y breves, a menudo viviendo aún en la casa paterna. El motivo puede ser la aversión a incorporarse al competitivo mundo laboral japonés, o simplemente la falta de empleo seguro, fenómeno creciente en Japón.


El aspectos más analizado es el escaso interés que para los NEETs y los freeter tiene todo lo relativo al amor. Así en diversas encuestas entre jóvenes solteros  entre 20 y 39 años, arrojaban el curioso dato de que dos terceras partes no tenían novia y una tercera parte no la había tenido en los últimos tres años o más. Como una de las razones esgrimidas más frecuentes: buscar novia es una molestia.

Los analistas más simplistas culpan a una economía de mercado feroz que ha terminado con las expectativas de empleo de por vida y la posibilidad de que una persona -el hombre- pueda proteger a otra -la mujer- de por vida. 

Lo que sí es cierto es que todo crecimiento económico se basa en una mezcla de los gastos generados por el amor, el lujo y el capitalismo. Especialmente en japón, donde se calcula que el 10% del PIB es generado por el "amor" en forma de citas en hoteles y restaurantes, y compras de regalos de moda, repostería y joyería, si el "amor" termina, la economía puede sufrir. El hecho de que la mitad de los hombres en la treintena estén solteros y las bajas tasas de natalidad hacer presagiar momentos difíciles para la economía nipona. 




Este desinterés por el otro sexo, un principio asociado a los freakys (como los otaku, おたく, オタク, ヲタク, término que se emplea popularmente en Japón y se ha adquirido en  como sinónimo de persona con aficiones obsesivas, especialmente al anime y/o manga), progresivamente se ha ido extendiendo a muchos otros jóvenes de alto poder adquisitivo.


El grass-eater man u hombre herbívoro (草食(系)男子 Sōshoku (-kei) danshi) es un fenómeno social de Japón consistente en el rechazo de los hombres al matrimonio o al noviazgo.​ Son descritos típicamente como ahorradores y muy interesados en su aspecto personal.​ Bajo este esquema de categorización, los hombres y las mujeres son de tipo herbívoro (草食系 sōshoku-kei) o tipo carnívoro (肉食系 nikushoku-kei). En septiembre de 2010, el 36% de los hombres japoneses entre las edades de 16 y 19 se percibían de esta manera. De igual manera, dos estudios entre hombres solteros de entre 20 y 30 años se encontró que el 61% y 70%, respectivamente, se consideran a sí mismos hombres herbívoros.​ Este fenómeno es visto por el gobierno japonés como una causa principal de la baja tasa de natalidad del país, lo que llevó al gobierno a proporcionar incentivos para las parejas que no tienen hijos, incluyendo pagos y atención médica gratuita.​



El término fue acuñado por primera vez por Maki Fukasawa en un artículo publicado el 13 de octubre de 2006, y se convirtió en una palabra de moda en el 2008 y 2009. Este fenómeno también ha creado un cambio en la economía japonesa. Los hombres compran productos como cosméticos y dulces en mayor cantidad que antes, y los vendedores han comenzado a amoldarse para satisfacer a esta población en crecimiento. 
Según Fukasawa, los sōshoku danshi son hombres "no sin relaciones románticas, pero que tienen una actitud no-asertiva, indiferente hacia el deseo de la carne." Más tarde, el filósofo Masahiro Morioka redefinió sōshoku-kei danshi como hombres que son "los chicos buenos de una nueva generación, que no buscan agresivamente la carne, sino que prefieren comer hierba junto al sexo opuesto ".​ 
Todas mis conocidas japonesas señalan a los Sōshoku danshi como la principal causa de seguir solteras.


Son muchos los factores sociales y económicos citados como impulsores en este fenómeno. El declive de la economía japonesa se nombra a menudo como una de las causas. La desilusión hacia la economía también ha causado que los hombres japoneses den la espalda al típico rol "masculino" y empresarial,​ con más de 2,5 millones de freeters y entre 650.000 y 850.000 ninis en Japón con edades entre 19 y 35 años.

​Muchos hombres, incluyendo los ninis, que a menudo viven de la asistencia social del gobierno, suelen recurrir a otras formas de entretenimiento, como los videojuegos, el anime, los maid cofee, y la pornografía. Algunos sociólogos y expertos ven esta respuesta arraigada en la cultura japonesa, mientras que los occidentales lo achacan a un descontento por las dificultades acuciantes.                                                                              
El papel de la mujer japonesa en este fenómeno ha sido analizado con menor profundidad y suele representar la ideología de los distintos autores (japonés, occidental, feminista, ...).  Muchas mujeres se niegan a tener relaciones con hombres que no tienen un empleo estable (como los freeters y los neets), y de hecho es conocida la alta tasa de separaciones cuando el hombre pierde su empleo o se jubila. ​ Otras mujeres perciben que los autoproclamados soushokukei danshi (hombres herbívoros) son débiles y no viriles.Además, algunos hombres se consideran a sí mismos intimidados por las mujeres más independientes.                                                                                                                                
Aunque se insiste en la pérdida de interés de los varones por el sexo, una encuesta entre mujeres de 16 a 19 años de edad encontró que el 59% no estaba interesadas ​​en el sexo, una porcentaje mucho mayor que el de la encuesta masculina.                                                                                                                                                                                         

  Algunos de mis amigos japoneses afirman, en privado, que las mujeres son caprichosas y caras, y que emocionalmente son una carga y una molestia. Evidentemente como extranjero es imposible percibir esto, pero es bien conocido entre los occidentales los numerosos casos de auténticas mutaciones de perfecta y dulce novia oriental a arpía, inmediatamente tras el matrimonio.                                                                                             
Este fenómeno de los grass-eaters aún no se ha documentado oficialmente en otras naciones asiáticas. En China, el primer informe sobre los hombres herbívoros japoneses apareció en los medios estatales de Xinhuanet el 1 de diciembre de 2008, y el libro de Masahiro Morioka Lessons in Love for Herbivore Boy  fue traducido al chino tradicional en 2010 en Taiwán.
                                                                                                                                                                      



2 comentarios:

  1. Apasionante. Parece que las expectativas sociales en una sociedad en principio menos individualista están consiguiendo pulverizar a los individuos. ¿Estamos más expuestos a las contradicciones entre el macrorrelato de la generación anterior y la situación actual cuanto menos individualistas somos? Suena a enorme fracaso colectivo. Curiosamente no hay mención a la homosexualidad o la bisexualidad.

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    1. Como bien dices, la armonía en Japón (wa) es el concepto básico. Proviene de la larga etapa feudal donde cada ruptura del protocolo acarreaba tremendas sanciones -frecuentemente la muerte-. Es el aspecto más admirado por los occidentales (desde los trenes a la envoltura de un regalo, los japoneses parece que ejecutan una coreografía de enorme precisión y belleza), pero se obtiene a partir de la anulación del self. Los propios japoneses viven con ambivalencia este hecho. Como también señalas, la distancia entre las generaciones se sitúa en los polos opuestos respecto al trabajo, la familia, las tradiciones, ... Respecto la homosexualidad, sigue siendo un gran tabú y se suele recomendar a los extranjeros que lo lleven con discreción ...

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