"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

sábado, 25 de enero de 2020

LOS 7 PECADOS CAPITALES DE LA PSIQUIATRÍA: LA SOBERBIA (2 DE 7)


"Lo único más peligroso que la ignorancia es la arrogancia " (A. Einstein)
El orgullo es un pecado complejo. ¿Porqué no debería estar orgullosa la medicina de ser capaz de realizar un trasplante de corazón, hígado o riñón? El orgullo ciega. Nos hace menos conscientes de nuestras deficiencias, de las tareas aún por realizar, de las imperfecciones de lo realizado.

   

Ser conscientes del progreso obtenido motiva: mostrar soberbia puede volvernos autocomplacientes

Las descripciones precisas de anormalidades psíquicas y la formulación de criterios específicos para el diagnóstico y clasificación de los trastornos mentales (TM) han hecho que el orgullo por los logros obscurezca que estas descripciones no son más que hipótesis de trabajo que pueden ser rechazadas en el momento que generen suficiente conocimiento. 


La ilusión de un conocimiento progresivo que acumula logros y nos acerca a "la verdad" sobre los trastornos mentales

El orgullo sobre el desarrollo de un sistema global de criterios operativos para la disposición de los diagnósticos en categorías son un buen ejemplo. Lejos del espíritu original de Spitzer & cols, las categorías generadas por consenso olvidaron la incertidumbre sobre sus limites -entre ellas y con la normalidad- y se convirtieron en verdaderas enfermedades. 

La implicación en la investigación etiológica es evidente -miles de millones invertidos en GWAs o neuroimagen sin resultado-, pero ha sido menos discutida la repercusión sobre la investigación terapéutica. El hecho de que un fármaco no sea efectivo en todas las personas bajo una misma etiqueta diagnóstica lleva a su rechazo en lugar de dudar sobre la clasificación. Los Gobiernos han seguido la recomendación de los profesionales y para aprobar un medicamento exige la mejoría de la severidad de un síndrome. Se desaprueban los estudios de un fármaco efectivo en algunas personas con un síndrome pero no en otras. 


El orgullo puede conducir a la arrogancia/soberbia que se presenta como falta de respeto por los otros. 

La arrogancia intelectual ha sido un pecado de la psiquiatría en muchas ocasiones a lo largo de la historia. Cuando la psiquiatría ha dado un paso adelante y ha permitido que el orgullo sobre los logros alimente su soberbia, la psiquiatría ha perdido. Sus miembros se han hecho autocomplacientes y les resulta fácil ignorar los avisos de otras disciplinas relacionadas. La separación física de la psiquiatría con su núcleo en los hospitales psiquiátricos, lejos de los centros de las ciudades, las facultades de medicina y otras disciplinas médicas, contribuyeron a mantener la arrogancia al diminuir la probabilidad de sufrir una crítica seria por parte de otros miembros de la profesión médica.  Esta crítica proporciona una mejor conciencia sobre la imperfección de los descubrimientos y los logros. 


La virtud que contrarresta a la soberbia es la humildad.



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