Desconocía el incidente. Sólo aumenta mi admiración aún más si cabe por su persona. Mi fuente es Desde el manicomio
La anécdota la puso Javier Mariátegui en negro sobre blanco. Don Germán Berríos, referente mundial de la psiquiatría en todo el sentido del término y peruano como la papa -de la heroica ciudad de Tacna para más señas- había cursado en la década de 1960 estudios paralelos de filosofía y medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, siendo discípulo predilecto de Augusto Salazar Bondy. Para optar su grado de bachiller en Medicina presentó la tesis intitulada 'Problemas de la Psiquiatría Contemporánea', una revisión crítica y concienzuda de las bases teóricas de la psiquiatría ante un doctísimo jurado...
Y fue desaprobado. El colegiado de académicos, sorprendido e incrédulo ante la juventud proverbial del bisoño médico contrapuesta a lo ambicioso de su trabajo, y arguyendo la falta de experiencia en psiquiatría clínica por parte del examinado, procedió a desaprobarlo. Y qué más pensarían ellos in pectore...
Por supuesto, no contaban con la astucia de Berríos: en dos semanas preparó una nueva tesis de corte netamente positivista y biológico en base a hallazgos neuroquímicos en líquido cefalorraquídeo, ante lo cual el jurado no pudo menos que aprobar el trabajo unánimemente satisfecho e igualmente desconcertado. Es que Don Germán estaba apuradito: lo esperaba una beca en Inglaterra para proseguir su erudita y prolífica carrera académica.
Berríos, autor de más de una docena de libros y casi quinientos artículos, catedrático de Epistemología de la Psiquiatría en la Universidad de Cambridge, bibliotecario mayor del Real Colegio de Psiquiatras del Reino Unido y editor de numerosas revistas científicas alrededor del mundo, entre ellas History of Psychiatry -la cual fundó-.
Y fue desaprobado. El colegiado de académicos, sorprendido e incrédulo ante la juventud proverbial del bisoño médico contrapuesta a lo ambicioso de su trabajo, y arguyendo la falta de experiencia en psiquiatría clínica por parte del examinado, procedió a desaprobarlo. Y qué más pensarían ellos in pectore...
Por supuesto, no contaban con la astucia de Berríos: en dos semanas preparó una nueva tesis de corte netamente positivista y biológico en base a hallazgos neuroquímicos en líquido cefalorraquídeo, ante lo cual el jurado no pudo menos que aprobar el trabajo unánimemente satisfecho e igualmente desconcertado. Es que Don Germán estaba apuradito: lo esperaba una beca en Inglaterra para proseguir su erudita y prolífica carrera académica.
Berríos, autor de más de una docena de libros y casi quinientos artículos, catedrático de Epistemología de la Psiquiatría en la Universidad de Cambridge, bibliotecario mayor del Real Colegio de Psiquiatras del Reino Unido y editor de numerosas revistas científicas alrededor del mundo, entre ellas History of Psychiatry -la cual fundó-.
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